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LUGAR DE LA EDIFICACIÓN DE MÉXICO-TENOCHTITLAN. CÓDICE DURÁN

lunes, 15 de febrero de 2021

Entre el origen y la llegada. Mitos e historia

     Aunque el período anterior a la fundación de Mexico-Tenochtitlan, ocurrida según la mayoría de las fuentes en 1325 d.C., no es objeto de estudio en este blog, procederé a efectuar un somero análisis de algunos de los sucesos acaecidos, de los que se tiene conocimiento, al grupo étnico de los mexica antes de esa fecha; y es que durante ese período se fueron originando los rasgos culturales, religiosos, sociales y políticos que los caracterizaron posteriormente. 

El lugar de origen 

    Según algunas fuentes1 se decían originarios de un lugar denominado Aztlan -lugar de garzas o lugar de la blancura, quizás por referencia al color del plumaje de esa ave-, enclave situado en una isla, situada al norte del Altiplano, desde donde emprendieron una migración que les llevaría, aproximadamente, más de dos siglos y medio después hasta su establecimiento definitivo en una isla al oeste del lago Tetzcoco, dentro de la Cuenca de México. 

    La cronología de la migración no está exenta de controversia y no hay acuerdo general sobre la datación de los registros en las fuentes documentales. Ello es consecuencia al menos de tres factores: en primer lugar, para un mismo suceso diversas fuentes ofrecen fechas distintas; en segundo lugar, en algún caso, un mismo autor ofrece a veces tiempos diferentes para un mismo acontecimiento; y en tercer lugar, los calendarios de diversos pueblos comenzaban en fechas diferentes del calendario cristiano, por lo que para un mismo hecho ocurrido en el mismo día de dos pueblos indígenas las fechas occidentales no serían las mismas. 

    Hay que relativizar, pues, el tiempo exacto en que transcurrieron los diversos sucesos de la migración, sobre todo los más antiguos, por lo que cuando se reflejen fechas las tomaremos a título simplemente orientativo.

    Como he dicho en una entrada anterior, la generalidad de los pueblos de habla nahuatl que habían invadido la Cuenca, provenientes de las llanuras septentrionales y semiáridas, afirmaban proceder de un enclave llamado Chicomoztoc -lugar de las Siete Cuevas-, sobre el que no hay duda de que se trataba de un mito de origen de los mismos. De esas Siete Cuevas cual si de un útero de la madre tierra se tratara partían las diversas "naciones" en busca de su ulterior identidad.


Chicomoztoc. Historia Tolteca Chichimeca. Folio 16r.

    Aunque en algunas fuentes -como en los escritos de Durán, Tezozómoc, el Códice Ramírez, Cristóbal del Castillo o algún texto de Chimalpahin- se sostiene que Aztlan y Chicomoztoc son un mismo lugar, en otros documentos ambos enclaves son distintos y aquél precedía a éste.

    Probablemente la diferenciación, en algunas fuentes de origen mexica, entre los lugares de Aztlan y Chicomoztoc se deba a que los mexica se consideraban peculiares, elegidos por su dios Huitzilopochtli para conquistar al resto de los otros pueblos surgidos de las Siete Cuevas y que habían llegado antes que ellos a la Cuenca de México y valles adyacentes.

    Se han hecho numerosos intentos por localizar Aztlan, desde el suroeste de los Estados Unidos hasta áreas más cercanas al Altiplano Central mexicano, pero dentro del área mesoamericana;  entre ellos los de Kirchhoff y Wigberto Jiménez Moreno2. Sin embargo, no se han hallado restos arqueológicos que respalden estas conclusiones.

    Con todo, conocidos los rasgos culturales de los mexica durante la migración, que serán expuestos posteriormente, se puede afirmar  que dicha etnia procedía de algún lugar dentro del área mesoamericana. Un estudio científico, realizado por varios investigadores3, sostiene que la comparación de la morfometría craneal de mexicas de Tlaltelolco con la de grupos del Norte de Mesoamérica no apoya un emplazamiento de Aztlan hacia el suroeste de los Estados Unidos, sino en áreas más cercanas a la Cuenca de México. 

    Pues bien, pese a los esfuerzos de notables investigadores, que han propuesto la localización de tal lugar, la opinión más acertada, a mi juicio, es que Aztlan es un enclave mítico y simbólico, imagen arquetípica del emplazamiento donde se establecieron finalmente, Tenochtitlan

    No todo el recorrido de la migración está rodeado de un halo mítico. Cuanto más nos acercamos a la fundación de Tenochtitlan más posible es que coincidan el relato, despojado de sus elementos míticos, y la historicidad de los acontecimientos.

    Ante la carencia de documentos prehispánicos históricos, en el sentido occidental y moderno de la historia -es decir, registros escritos y verificables-, algunos eruditos han considerado las narraciones de la migración mexica como imaginarias y míticas, alegando que su significado es de orden simbólico y que lo que pretendían sus autores era legitimar el status social de los nobles y justificar el derecho de los gobernantes a la posesión del espacio adquirido. Ahora bien, si los mitos del origen de los mexica, al igual que los de otros pueblos de filiación nahuatl, informan sobre el origen de dicho pueblo de una manera simbólica, no es menos cierto, como señala Enrique Florescano4, que algunos símbolos pueden hacer referencia a hechos históricos reales ocurridos en el espacio donde se relata el mito -como, por ejemplo, el hecho de ser un pueblo invasor, conquistador de otros pueblos agricultores más antiguos. 

    Tres son las etapas en que se suele dividir el camino desde su salida de Aztlan hasta la fundación de Tenochtitlan: La primera, de Aztlan a Tollan; la segunda, de Tollan a Chapoltepec; y, finalmente, la de Chapoltepec a Tenochtitlan. De ellas examinaré los acontecimientos más destacables, siguiendo para ello, fundamentalmente, las fuentes de origen tenochca.

De Aztlan a Tollan 

    Los acontecimientos habidos entre estos lugares son los menos documentados en las narraciones de la migración y, seguramente, los más vinculados a elementos míticos o simbólicos contenidos en las mismas.

    Ya que los códices pictoglíficos -combinación de pictogafías y glifos- no determinan cuántas personas partieron de Aztlan, lo más acertado es decir que se desconoce su número. Así, en la "Historia de los mexicanos por sus pinturas" se dice:

"Y para ello hicieron tres caudillos o tres capitanes: al uno dijeron Xuihtin y al otro Tecpatzin y al otro Cuatlicue, y con estos tres partieron muchos mexicanos, no tienen el número de ellos en sus pinturas."5

    Después de pasar Chicomoztoc los azteca continuaron la migración acompañados de varios pueblos, aunque después, por mandato de Huitzilopochtli, los abandonaron para continuar su camino en solitario; y algo después la misma deidad les cambió el nombre de azteca por el de mexitin, etnónimo que utilizarían hasta su asentamiento final en la isla del lago Tetzcoco.

    Los eventos más destacados de esta andadura serán la separación de los migrantes en tres ocasiones: la primera en Michhuacan -el actual Estado de Michoacán-, en el lago Pátzcuaro; la segunda en un lugar impreciso al  este de Michhuacan; la tercera en Coatepec -en el Cerro de la serpiente-, cerca de Tollan - la actual Tula-. Estas escisiones pueden ser interpretadas como conflictos políticos intraétnicos entre los migrantes.

    La primera ruptura se produce en el lago Pátzcuaro, cuando un grupo de caminantes que deseaba quedarse en el lugar es abandonado por el resto, que decide continuar el curso de su marcha.

    La segunda división tiene como consecuencia la bifurcación de los emigrantes, dirigiéndose una facción, encabezada por la que se dice hermana de Huitzilopochtli, Malinalxochitl -Flor de malinalli, una hierba-, hacia Malinalco, y otra continuaría su camino hacia la zona lacustre.

        Así como las dos separaciones anteriores fueron incruentas, la tercera supuso el casi total exterminio en Coatepec del grupo disidente que intentaba quedar en dicho lugar. Respecto a este episodio unas fuentes hacen mención al hecho de producirse durante la migración, mientras que otras lo ignoran atribuyéndolo a un conflicto entre dioses.

 En relación con las fuentes que mencionan la migración, dice una de ellas:

"[...] mandó [Huitzilopochtli] en sueños á los sacerdotes que atajasen el agua de un río, que junto allí pasaba, para que aquel agua se derramase por aquel llano y tomase en medio aquel cerro donde estaban [Coatepec], porque les quería mostrar la semejanza de la tierra y sitio que les auia prometido: hecha la presa, se derramó aquel agua y se tendió por todo aquel llano, haciéndose una gran laguna, la qual cercaron de sauces, sabinas y álamos; pusiéronla llena de juncia y espadañas, empeçóse a enchir de pescado de todo género de lo que en esta tierra se cría; empeçaron a venir aves marinas, como son patos, ánsares, garças, gallaretas, de que se cubrió toda aquella laguna, con otros muchos géneros de pájaros que hoy en día la laguna de México tiene y cría; inchóse asimesmo  aquel sitio de flores marinas, de carriçales, los quales se incheron de diferentes géneros de tordos, urracas, unos colorados, otros amarillos, que con su canto y chirriado hacían gran armonía, y alegraron tanto aquel lugar, y púsose tan ameno y deleitoso, que olvidados los mexicanos con este contento del sitio que su dios les prometía, no siendo éste más de muestra y dechado de lo que iban á buscar, dijeron que aquel les bastaba, que no querían ir de allí á buscar mas deleite del que tenían [....] oído por su dios Vitzilopochtli, como aficionados muchos de la compañía (cuyo caudillo de aquella murmuración y concierto era Vitznahua y una señora que llamaban Coyolxahu) no querían pasar adelante, [….] Airado el dios Vitzilopochtli respondió á los sacerdotes y dijo: '¿quién son éstos que así quieren traspasar mis determinaciones y poner objeciones y término á ellas? ¿son ellos por ventura mas que yo? decidles que yo tomaré vengança dellos antes de mañana, porque no se atrevan á dar parecer en lo que yo tengo determinado y para lo que fui enviado, y para que sepan todos que á mí solo an de obedecer'.

Cuentan que á media noche, estando todos en sosiego, oyeron en el lugar que llaman Teotlachco y por otro nombre Tzonpanco, que eran lugares sagrados dedicados á este dios, un gran ruido, , en el qual lugar, venida la mañana, allaron muertos á los principales movedores de aquella rebelión, juntamente a la señora que dijimos que se llamaba Coyolxahu [Coyolxahuqui], y á todos abiertos por los pechos y sacados solamente los coraçones, de donde se levantó aquella maldita opinión y seta de que Vitzilopochtli no comía sino coraçones, y de donde se tomó principio de sacrificar hombres y abrillos por los pechos y sacados solamente los coraçones y ofrecérselos al demonio y á su dios Vitzilopochtli [….] y no parando aquí el enojo de Vitzilopochtli, para más mostrar su brabeça y furor, manda á sus ayos y sacerdotes que abran y deshagan los reparos y tomas de agua que auian hecho, con que el agua estaba represada, y que la dexasen seguir su antiguo curso. Los mexicanos, no osando hacer otra cosa, quitaron y deshicieron los reparos y presas que tenían la aguas, y dexándolas correr, contra todo el torrente de su voluntad por el descanso y refresco que de aquellas aguas les redundaba y mantenimiento, pero por no incurrir en la ira de su dios, tuvieron por bien de posponer todo consuelo. Deshecha la laguna se empeçaron á secar los carriçales y espadaños y secarse los árboles y frescura y á morirse los pescados y ranas y todas las demás savandijas quel agua engendra, de que esta gente se aprovecha para su mantenimiento; empeçáronse a ir las aves marinas y á quedar aquel lugar tan seco y sombrío como de antes estaba. 
Visto por los mexicanos el destroço y esterilidad en que el lugar, donde ellos pensaron que auia de ser México, quedaua, determinaron de consultar  á su dios sobre lo que quería que hiciesen, [….] y así consultado,  mandó alçasen el real y pasasen a Tula, lo cual luego fue hecho."6(El texto entre corchetes se ha añadido aquí). 

 


Codex Azcatitlan. Fragmento de la lámina VI. En ella se observa  a Huitzilopochtli armado sobre un templo en el cerro de Coatepec.

    Este relato ha sido discutido en clave política: el episodio, de haberse producido históricamente la parada en Coatepec, puede interpretarse como un enfrentamiento cruento entre dos facciones de los emigrantes, que terminó con la victoria de aquellos que deseaban seguir el camino. 

    Entre las explicaciones que destacan los sucesos como una lucha entre dioses, destaca la de Fray Bernardino de Sahagún, condensada en lo siguiente: en el cerro de Coatepec, cerca de Tollan, vivía una diosa llamada Coatlicue -la de la Falda de Serpientes-, que hacía penitencia allí. Esta diosa era la madre de Coyolxauhqui -la Adornada de Cascabeles- y de sus hermanos los Centzonhuitznahua -los Cuatrocientos espinosos-. Estando barriendo Coatlicue  le cayó una bola de plumón, que guardó en su regazo. Al terminar de barrer la buscó pero no la encontró, habiendo quedado embarazada de la misma. La hija y sus hermanos quedaron avergonzados del estado de gestación de la madre y decidieron darle muerte; pero cuando llegaron a lo alto del cerro donde estaba temerosa Coatlicue nació Huitzilopochtli en estado adulto y armado, dió muerte a Coyolxauhqui decapitándola con la serpiente de fuego -xiuhcoatl-, la desmembró y arrojó sus restos por la pendiente. A los hermanos los persiguió, matando a casi todos.

    Esta segunda leyenda atesora una interpretación simbólico-cósmica: como Huitzilopochtli era para los mexicas el Sol, Coyolxauhqui la Luna y los Centzonhuitznahua las Estrellas meridionales, el mito representa el triunfo del Sol, de la luz, en su lucha diaria sobre la Luna y las Estrellas, que simbolizan la oscuridad.

De Tollan a Chapoltepec 

    Después de una estancia de más de década y media en Tollan7, los mexicas se internan en la Cuenca de México a principios del siglo XIII d. C. encontrando la zona lacustre densamente habitada por pueblos asentados de antiguo como por otros más recientes, de habla nahuatl, que les habían precedido en su migración. Entre ellos estaban los siguientes: 

-ACOLHUAQUE. Los acolhuaque, habitantes de la parte oriental del lago Tetzcoco, llegaron a la zona en el siglo XIII. Su centro principal lo fijaron en Coatlichan - la morada de la Serpiente-, que fue reemplazado en el siglo XIV por Tetzcoco, que anteriormente dependía de él. 

-COLHUAQUE. Posiblemente llegaron en la segunda mitad del siglo XII, y establecieron su principal centro en Colhuacan. Como antigua ciudad del imperio tolteca se consideraban herederos de su cultura. A mediados del siglo XIV fueron sojuzgados por el Señorío de Atzcapotzalco, con ayuda de los mexicas. 

-CUITLAHUACA. Se establecieron en Tlahuac o Cuitlahuac, ciudad lacustre entre Xochimilo y Chalco, unida por calzadas con tierra firme, tanto al norte como al sur. 

-CHALCA. Los chalca se ubicaron en el borde oriental del lago de Chalco, entre Xochimilco y los volcanes Popocatepetl e Iztaccihuatl. Conquistados por los mexicas se rebelaron contra ellos en varias ocasiones, siendo sometidos finalmente por Motecuhzoma I. 

-MIZQUICA. Se asentaron en Mizquic, en una isla de escasas dimensiones en la ribera sur del lago de Chalco

-OTOMI. Los Otomi habitaban de antiguo en el Altiplano. Hablaban una lengua distinta al nahuatl y a la llegada de los pueblos chichimecas, tras la caída de Tollan, fueron sojuzgados por éstos y se extendieron por diversos lugares de la Cuenca de México y sus alrededores. A comienzos del siglo XIII un grupo se había instalado en Xaltocan, en el lago del mismo nombre. A finales del siglo XIV, en 1395, fueron derrotados por Tezozomoctlahtoani de Atzcapotzalco, con ayuda de los mexicas como mercenarios, dispersándose por el este hacia Tlaxcallan y Metztitlan y por el oeste hacia el valle de Tollocan

-TEPANECA. En el siglo XIII se establecieron en la ribera occidental del lago Tetzcoco, expandiéndose hacia el norte tras la decadencia del poder de los otomíes. Cuando los mexicas se afincaron en Tenochtitlan la isla pertenecía a los tepaneca de Atzcapotzalco

-XOCHIMILCA. Relacionados tanto con los Colhuaque como con los Cuitlahuaca y los Mizquica, hasta el extremo que Durán a veces los considera a todos como Xochimilca. A finales del siglo XIV son conquistados por los tepanecas, auxiliados por los mexicas.



Distribución geográfica de los principales grupos étnicos a la llegada de los mexicas a la zona lacustre de la Cuenca de México.

    Las fuentes informan de distintos lugares por los que pasaron en su camino a Chapoltepec, por lo que aquí solo señalaré los más importantes. En el mapa siguiente  se representa la ruta seguida por los mexicas en su trayecto a Tenochtitlan; aunque hay que  tener en cuenta que este itinerario no era rectilíneo, sino  que de un lugar partían simultáneamente hacia otros, por lo que la trayectoria lineal sugiere, como se verá con posterioridad, la reelaboración de su historia por Itzcoatl para resaltar sus dominios en su tiempo. 

       

Complejo lacustre. Principales lugares recorridos por los mexicas hasta su asentamiento definitivo en Tenochtitlan.

    El primer lugar importante, dentro de la zona lacustre, donde paran es Tzompanco -en el Tzompantli8, el actual Zumpango. Allí tiene lugar una alianza matrimonial entre un miembro de la dinastía local y otro del grupo migrante, de cuyo enlace  nacería Huitzilihuitl   el Viejo, del que se hablará posteriormente. 

    La siguiente escala la realizaron en Xaltocan -donde se siembra en la Arena-, en cuyo lugar según Tezozómoc:

"[...], y allí también hicieron chinampas, y en ellas sembraron maíz, huautle9frijol, calabaza, chile y jitomate. Luego llegaron a Epcohuac, y allí también hicieron chinampas".10 

    La tercera detención destacada la realizan en Ehecatepec -el cerro del Viento-, la actual Ecatepec, en la ribera occidental de la confluencia de los lagos de Xaltocan y Tetzcoco. Posteriormente recalan en Cohuatitlan -donde abundan las Serpientes -en 1227 d.C., en donde, según el historiador chalca Chimalpahin, Huehue Huitzilihuitl -Huitzilihuitl el Viejo- se convirtió en el primer tlahtoani mexica. Algunas fuentes puramente mexicas no hacen alusión a esta exaltación, quizás por no haber fundado este personaje una dinastía como sí lo hicieron los que, posteriormente, entroncaron con el linaje de los gobernantes de Colhuacan.

    En Tecpayocan -el lugar del Pedernal-, en 1247 d.C. se realizó una ceremonia de encendido del Fuego Nuevo, según nos indica el Códice Boturini. Allí fueron derrotados por los habitantes de la localidad y los emigrantes partieron para distintos lugares, unos para la orilla oriental del lago y otros para un islote del mismo, Tepetzinco - en el Cerrito-, desde continuaron hacia Amallinalpan -lugar de las hierbas de Agua-, donde ejercieron de mercenarios de Atzcapotzalco.

    El último lugar donde pararon antes de llegar a Chapoltepec fue en Popotlan -lugar de Carrizos-, enclave en el que Cortés y sus hombres descansaron después de su derrota en Mexico-Tenochtitlan en la llamada Noche Triste, el 30 de junio de 1520. Popotlan está situada al oeste de la Ciudad de México, antes de llegar a Tlacopan, la actual Tacuba, que pertenecía a la jurisdicción del Señorío de Atzcapotzalco.

De Chapoltepec a Mexico-Tenochtitlan  

    En Chapoltepec -en el cerro del Saltamontes- hallaron requisitos ambientales favorables a un asentamiento definitivo: estaba cerca del lago, lo que permitía obtener sus productos alimenticios y construir chinampas, poseía manantiales de agua dulce y el cerro ofrecía una magnífica defensa contra ataques enemigos. Sin embargo, debido al carácter agresivo y pendenciero de los mexicas o al temor de sus vecinos a que pudieran fundar un altepetl11, fueron desalojados del lugar después de dos exitosos ataques efectuados por diversos pueblos.

    Según fuentes de origen tenochca el primer ataque fue perpetrado por los malinalcas y otros pueblos del valle de Toluca -Tollocan, donde hay Juncias o Eneas-. Los mexicas se dispersaron por las riberas del lago, aunque después volvieron a reagruparse en Chapoltepec. Las mismas fuentes narran el hecho de la muerte de Copil, hijo de Malinalxochitl, a manos de su tío Huitzilopochtli y la importancia que tendría el suceso en la fundación de Mexico-Tenochtitlan, como se verá al tratar de este asunto. 

    La segunda ofensiva fue llevada a cabo por una coalición de varios pueblos, dirigidos por Atzcapotzalco, y entre los que sobresalían Xaltocan, Xochimilco, Colhuacan y Chalco. Los mexicas, una vez vencidos, fueron dispersados entre los altepeme ganadores; y su gobernante Huitzilihuitl y sus parientes fueron sacrificados. 

    El contingente principal quedó sometido como vasallo a los colhuaque, y se refugió en Acocolco -lugar del cocolli12 de agua-, mísero enclave dentro de la laguna, al norte de Colhuacan. Desde allí rogaron a su gobernante que les concediera asilo en algún lugar de su altepetl, siéndoles permitido morar en Tizaapan

    Los primeros autores modernos situaban el emplazamiento de este último lugar en el actual Tizapan, al sur de Coyoacán, en el pedregal de San Angel (Ver el mapa anterior). Sin embargo, su raíz etimológica es distinta, pues Tizapan significa 'sobre la tierra blanca' -de tizatl "tiza, tierra blanca" y pan "en, sobre"-; mientras Tizaapan -de tizaltlatl y pan- equivaldría a 'sobre el agua yesosa o blanca'. Esta distinción, así como la localización dada por Fray Diego Durán:

"[...] ques de la otra parte del cerro de Culhuacan, donde agora se parten los dos caminos, el que va á Cuitláhuac y el que va a Chalco, el cual estaba desierto,[...]"13

han llevado a los expertos a situar su localización en la península de Colhuacan, a la orilla del agua, al otro lado del Cerro de la Estrella; lo que es consecuente con la dependencia de Tizapan del Señorío de Coyohuacan , perteneciente al dominio tepaneca.

    A pesar de estar sojuzgados por Colhuacan los dirigentes de este altepetl permitieron a los vencidos emparentar con su pueblo, estableciéndose los lazos que permitirían a los mexicas argumentar la legitimad de la dinastía de sus tlahtoque, por proclamarse descendientes del linaje de los últimos herederos toltecas.

    Animados los inmigrantes, levantaron un altar y sacrificaron en el mismo una princesa, hija de Achitomeltlahtoani de Colhuacan, cuya piel desollada vistió un sacerdote. La consecuencia fue la expulsión de Tizaapan  y la persecución de los mexicas, que huyeron a refugiarse en Mexicatzinco -en la casa pequeña del dios Meztli-. A partir de ahí hasta su establecimiento en Tenochtitlan no cesarían de acosarlos los colhuaque.

    Después de pasar por Nexticpac -sobre las Cenizas- se establecieron en Itztacalco -lugar de las casas Blancas-, donde levantaron alegóricos cerros de papel y sacrificaron prisioneros. El último lugar importante donde arribaron, antes de entrar en la isla de Mexico fue a Mixihucan -el lugar del Parto-, donde se celebró el ritual del nacimiento de un hijo de una princesa colhua casada con un mexica.

    Hostigados por los colhuaque se refugiaron finalmente en una isla situada al oeste del lago Tetzcoco, en un lugar llamado Toltzallan Acatzallan -entre Tules, entre Cañaverales-, perteneciente al dominio de Atzcapotzalco, donde fundarían su deseado altepetl. Pero esto será materia de posterior estudio.

 

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1. Federico Navarrete Linares " Los orígenes de los pueblos indígenas del Valle de México. Los altépetl y sus historias". México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas (Serie Cultura Náhuatl. Monografías 33), 2011. pp. 93-170. Disponible en Internet, en: www.historicas.unam.mx/publicaciones/publicadigital/libros/origenes/origenespueblos.html Navarrete señala hasta 25 fuentes, entre ellas: -Códice Boturini. Joaquín Galarza y Krystyna M. Libura: "La Tira de la Peregrinación". Ediciones Tecolote. México. 1999. -Codex Azcatitlan. Bibliothèque Nationale de France/Société des Américanistes. París. 1995. -Códice Aubin. Editorial Innovación, S.A. México. 1980.

2. Paul Kirchhoff: "¿Se puede localizar Aztlán?" En 'Mesoamerica y el Centro de México'. Instituto Nacional de Antropología e Historia. México. 1985. pp. 331-340. -Wigberto Jiménez Moreno: "La migración mexica". En Actas del XL Congreso Internacional e Americanistas. Roma, Génova: 1972. pp. 167-172.

3. M. Hernández et alt.: "Contraste del mito de Aztlán a partir de la morfometría geométrica (EDMA) de series craneales mexicanas". En Revista Española de Antropología Física. Vol. 27. 2007. pp. 45-57. Disponible en Internet, en: https://www.seaf.es/images/seaf/papers/vol27/reaf%2027%2004%2045-57%20Hernandez.pdf.

4. Enrique Florescano Mayet: "Mito e historia en la memoria nahua". En Historia Mexicana, [S.l.], p. 607-661, ene. 1990. ISSN 2448-6531. Disponible en Internet, en: https://historia mexicana.colmex.mx/index.php/RHM/article/view/2108/3038

5. "Historia de los mexicanos por sus pinturas". En Angel M. Garibay K.: 'Teogonía e Historia de los Mexicanos. E. Porrúa. Colecc. Sepan cuantos... 6ª ed. México. 2005. p. 39.

6. Fray Diego Durán: "Historia de las Indias de Nueva España e Islas de Tierra Firme". Vol. I. CONACULTA. Colecc. Cien de México. México. 2002. pp. 75-78.

7. Domingo Francisco de San Antón Muñón Chimalpahin: "Las Ocho relaciones y el Memorial de Colhuacán". CONACULTA. Colecc. Cien de México. México. 2003. p. 101.

8. Tzompantli: Estructura consistente en varias vigas travesadas por barras en las que se ensartaban los cráneos de las víctimas de los sacrificios.

9. Huauhtli: Planta herbácea conocida como amaranto, alegría y bledo. La parte más importante de la planta son las semillas.

10. Fernando Alvarado Tezozómoc: "Crónica Mexicayotl". En 'Tres crónicas mexicanas'. Paleografía y Traducción de Rafael Tena. CONACULTA. Colecc. Cien de México. México. 2012. p. 53.

11. Altepetl: Literalmente Cerro de agua -de atl, agua y tepetl, cerro-. Es un difraismo nahuatl para señalar un asentamiento humano, en general por un misma etnia, con un territorio propio, una misma lengua y un dios protector. Era la organización sociopolítica fundamental del Altiplano a la llegada de los españoles. Ha sido comparada por algunos autores, desde una óptica occidental, a la ciudad-estado del Viejo Continente.

12. Cocolli: Hierba que crecía sobre el agua del lago y que, después de recogida y secada, servía de alimento.

13. Fray Diego Durán: Ob. cit. p. 83.

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