Aunque el período anterior a la fundación de Mexico-Tenochtitlan,
ocurrida según la mayoría de las fuentes en 1325 d.C., no es objeto de estudio
en este blog, procederé a efectuar un somero análisis de algunos de los sucesos
acaecidos, de los que se tiene conocimiento, al grupo étnico de los mexica antes
de esa fecha; y es que durante ese período se fueron originando los rasgos
culturales, religiosos, sociales y políticos que los caracterizaron
posteriormente.
El lugar de
origen
Según algunas fuentes1 se decían originarios de un lugar denominado Aztlan -lugar
de garzas o lugar de la blancura, quizás por referencia al color del plumaje de
esa ave-, enclave situado en una isla, situada al norte del Altiplano, desde
donde emprendieron una migración que les
llevaría, aproximadamente, más de dos siglos y medio después hasta su
establecimiento definitivo en una isla al oeste del lago Tetzcoco,
dentro de la Cuenca de México.
La cronología de la migración no está exenta de controversia y no hay acuerdo
general sobre la datación de los registros en las fuentes documentales. Ello es
consecuencia al menos de tres factores: en primer lugar, para un mismo
suceso diversas fuentes ofrecen fechas distintas; en segundo lugar, en algún
caso, un mismo autor ofrece a veces tiempos diferentes para un mismo
acontecimiento; y en tercer lugar, los calendarios de diversos pueblos
comenzaban en fechas diferentes del calendario cristiano, por lo que para un
mismo hecho ocurrido en el mismo día de dos pueblos indígenas las fechas
occidentales no serían las mismas.
Hay que
relativizar, pues, el tiempo exacto en que transcurrieron los diversos sucesos
de la migración, sobre todo los más antiguos, por lo que cuando se reflejen
fechas las tomaremos a título simplemente orientativo.
Como he dicho
en una entrada anterior, la generalidad de los pueblos de habla nahuatl que
habían invadido la Cuenca, provenientes de las llanuras septentrionales y
semiáridas, afirmaban proceder de un enclave llamado Chicomoztoc -lugar
de las Siete Cuevas-, sobre el que no hay duda de que se trataba de un mito de
origen de los mismos. De esas Siete Cuevas cual si de un útero de la madre
tierra se tratara partían las diversas "naciones" en busca de su
ulterior identidad.
Chicomoztoc. Historia Tolteca
Chichimeca. Folio 16r.
Aunque en
algunas fuentes -como en los escritos de Durán, Tezozómoc, el Códice
Ramírez, Cristóbal del Castillo o algún texto de Chimalpahin- se sostiene que Aztlan y Chicomoztoc son un
mismo lugar, en otros documentos ambos enclaves son distintos y aquél precedía
a éste.
Probablemente la diferenciación, en algunas fuentes de origen mexica,
entre los lugares de Aztlan y Chicomoztoc se
deba a que los mexica se consideraban peculiares, elegidos por
su dios Huitzilopochtli para conquistar al resto de los otros
pueblos surgidos de las Siete Cuevas y que habían llegado antes que ellos a la
Cuenca de México y valles adyacentes.
Se han hecho numerosos intentos por localizar Aztlan,
desde el suroeste de los Estados Unidos hasta áreas más cercanas al Altiplano
Central mexicano, pero dentro del área mesoamericana; entre ellos los de
Kirchhoff y Wigberto Jiménez Moreno2. Sin embargo, no se han hallado restos
arqueológicos que respalden estas conclusiones.
Con todo,
conocidos los rasgos culturales de los mexica durante la
migración, que serán expuestos posteriormente, se puede afirmar que dicha
etnia procedía de algún lugar dentro del área mesoamericana. Un estudio
científico, realizado por varios investigadores3, sostiene que la comparación de la morfometría craneal de mexicas de Tlaltelolco con la
de grupos del Norte de Mesoamérica no apoya un emplazamiento de Aztlan hacia
el suroeste de los Estados Unidos, sino en áreas más cercanas a la Cuenca de
México.
Pues bien, pese a los esfuerzos de notables investigadores, que han propuesto
la localización de tal lugar, la opinión más acertada, a mi juicio, es
que Aztlan es un enclave mítico y simbólico, imagen
arquetípica del emplazamiento donde se establecieron finalmente, Tenochtitlan.
No todo el recorrido de la migración está rodeado de un halo mítico. Cuanto más
nos acercamos a la fundación de Tenochtitlan más posible es
que coincidan el relato, despojado de sus elementos míticos, y la historicidad
de los acontecimientos.
Ante la carencia de documentos prehispánicos históricos, en el sentido
occidental y moderno de la historia -es decir, registros escritos y
verificables-, algunos eruditos han considerado las narraciones de la migración
mexica como imaginarias y míticas, alegando que su significado es de orden
simbólico y que lo que pretendían sus autores era legitimar el status social de
los nobles y justificar el derecho de los gobernantes a la posesión del espacio
adquirido. Ahora bien, si los mitos del origen de los mexica, al
igual que los de otros pueblos de filiación nahuatl, informan sobre
el origen de dicho pueblo de una manera simbólica, no es menos cierto, como
señala Enrique Florescano4, que algunos símbolos pueden hacer referencia a hechos históricos reales
ocurridos en el espacio donde se relata el mito -como, por ejemplo, el hecho de
ser un pueblo invasor, conquistador de otros pueblos agricultores más
antiguos.
Tres son las etapas en que se suele dividir el camino desde su salida
de Aztlan hasta la fundación de Tenochtitlan: La
primera, de Aztlan a Tollan; la segunda, de Tollan a Chapoltepec; y,
finalmente, la de Chapoltepec a Tenochtitlan. De ellas examinaré los
acontecimientos más destacables, siguiendo para ello, fundamentalmente, las
fuentes de origen tenochca.
De Aztlan a Tollan
Los acontecimientos habidos entre estos lugares son los menos documentados
en las narraciones de la migración y, seguramente, los más vinculados a
elementos míticos o simbólicos contenidos en las mismas.
Ya que los códices pictoglíficos -combinación de pictogafías y glifos- no
determinan cuántas personas partieron de Aztlan, lo más acertado es
decir que se desconoce su número. Así, en la "Historia de los mexicanos
por sus pinturas" se dice:
"Y para ello hicieron tres caudillos o tres capitanes: al uno
dijeron Xuihtin y al otro Tecpatzin y al otro Cuatlicue, y con estos tres
partieron muchos mexicanos, no tienen el número de ellos en sus pinturas."5
Después de
pasar Chicomoztoc los azteca continuaron la migración
acompañados de varios pueblos, aunque después, por mandato de Huitzilopochtli,
los abandonaron para continuar su camino en solitario; y algo después la misma
deidad les cambió el nombre de azteca por el de mexitin,
etnónimo que utilizarían hasta su asentamiento final en la isla del lago Tetzcoco.
Los eventos más destacados de esta
andadura serán la separación de los migrantes en tres ocasiones: la primera
en Michhuacan -el actual Estado de Michoacán-, en el lago
Pátzcuaro; la segunda en un lugar impreciso al este de Michhuacan;
la tercera en Coatepec -en el Cerro de la serpiente-, cerca
de Tollan - la actual Tula-. Estas escisiones pueden ser
interpretadas como conflictos políticos intraétnicos entre los migrantes.
La primera ruptura se produce en el lago Pátzcuaro, cuando un grupo de
caminantes que deseaba quedarse en el lugar es abandonado por el resto, que
decide continuar el curso de su marcha.
La segunda división tiene como consecuencia la bifurcación de los emigrantes, dirigiéndose una facción, encabezada por la que se dice hermana de Huitzilopochtli, Malinalxochitl -Flor de malinalli, una hierba-, hacia Malinalco, y otra continuaría su camino hacia la zona lacustre.
Así como las dos separaciones anteriores fueron incruentas, la
tercera supuso el casi total exterminio en Coatepec del grupo
disidente que intentaba quedar en dicho lugar. Respecto a este episodio unas
fuentes hacen mención al hecho de producirse durante la migración, mientras que
otras lo ignoran atribuyéndolo a un conflicto entre dioses.
En
relación con las fuentes que mencionan la migración, dice una de ellas:
"[...] mandó [Huitzilopochtli]
en sueños á los sacerdotes que atajasen el agua de un río, que junto allí
pasaba, para que aquel agua se derramase por aquel llano y tomase en medio
aquel cerro donde estaban [Coatepec], porque les quería mostrar la
semejanza de la tierra y sitio que les auia prometido: hecha la presa, se
derramó aquel agua y se tendió por todo aquel llano, haciéndose una gran
laguna, la qual cercaron de sauces, sabinas y álamos; pusiéronla llena de
juncia y espadañas, empeçóse a enchir de pescado de todo género de lo que en
esta tierra se cría; empeçaron a venir aves marinas, como son patos, ánsares,
garças, gallaretas, de que se cubrió toda aquella laguna, con otros muchos
géneros de pájaros que hoy en día la laguna de México tiene y cría; inchóse
asimesmo aquel sitio de flores marinas, de carriçales, los quales se incheron
de diferentes géneros de tordos, urracas, unos colorados, otros amarillos, que
con su canto y chirriado hacían gran armonía, y alegraron tanto aquel lugar, y
púsose tan ameno y deleitoso, que olvidados los mexicanos con este contento del
sitio que su dios les prometía, no siendo éste más de muestra y dechado de lo
que iban á buscar, dijeron que aquel les bastaba, que no querían ir de allí á
buscar mas deleite del que tenían [....] oído por su dios
Vitzilopochtli, como aficionados muchos de la compañía (cuyo caudillo de
aquella murmuración y concierto era Vitznahua y una señora que llamaban
Coyolxahu) no querían pasar adelante, [….] Airado el dios Vitzilopochtli
respondió á los sacerdotes y dijo: '¿quién son éstos que así quieren traspasar
mis determinaciones y poner objeciones y término á ellas? ¿son ellos por
ventura mas que yo? decidles que yo tomaré vengança dellos antes de mañana,
porque no se atrevan á dar parecer en lo que yo tengo determinado y para lo que
fui enviado, y para que sepan todos que á mí solo an de obedecer'.
Cuentan que á media noche, estando todos
en sosiego, oyeron en el lugar que llaman Teotlachco y por otro nombre
Tzonpanco, que eran lugares sagrados dedicados á este dios, un gran ruido, , en
el qual lugar, venida la mañana, allaron muertos á los principales movedores de
aquella rebelión, juntamente a la señora que dijimos que se llamaba Coyolxahu
[Coyolxahuqui], y á todos abiertos por los pechos y sacados solamente los
coraçones, de donde se levantó aquella maldita opinión y seta de que Vitzilopochtli
no comía sino coraçones, y de donde se tomó principio de sacrificar hombres y
abrillos por los pechos y sacados solamente los coraçones y ofrecérselos al
demonio y á su dios Vitzilopochtli [….] y no parando aquí el enojo de
Vitzilopochtli, para más mostrar su brabeça y furor, manda á sus ayos y
sacerdotes que abran y deshagan los reparos y tomas de agua que auian hecho,
con que el agua estaba represada, y que la dexasen seguir su antiguo curso. Los
mexicanos, no osando hacer otra cosa, quitaron y deshicieron los reparos y
presas que tenían la aguas, y dexándolas correr, contra todo el torrente de su
voluntad por el descanso y refresco que de aquellas aguas les redundaba y
mantenimiento, pero por no incurrir en la ira de su dios, tuvieron por bien de
posponer todo consuelo. Deshecha la laguna se empeçaron á secar los
carriçales y espadaños y secarse los árboles y frescura y á morirse los
pescados y ranas y todas las demás savandijas quel agua engendra, de que esta
gente se aprovecha para su mantenimiento; empeçáronse a ir las aves marinas y á
quedar aquel lugar tan seco y sombrío como de antes estaba.
Visto por los mexicanos el destroço y
esterilidad en que el lugar, donde ellos pensaron que auia de ser México,
quedaua, determinaron de consultar á su dios sobre lo que quería que
hiciesen, [….] y así consultado, mandó alçasen el real y pasasen a
Tula, lo cual luego fue hecho."6(El texto entre corchetes se ha añadido aquí).
Codex Azcatitlan. Fragmento de la lámina VI. En ella se observa a Huitzilopochtli armado sobre un templo en el cerro de
Coatepec.
Este relato
ha sido discutido en clave política: el episodio, de haberse producido
históricamente la parada en Coatepec, puede interpretarse como un
enfrentamiento cruento entre dos facciones de los emigrantes, que terminó con
la victoria de aquellos que deseaban seguir el camino.
Entre las explicaciones que destacan los
sucesos como una lucha entre dioses, destaca la de Fray Bernardino de Sahagún,
condensada en lo siguiente: en el cerro de Coatepec, cerca de Tollan,
vivía una diosa llamada Coatlicue -la de la Falda de
Serpientes-, que hacía penitencia allí. Esta diosa era la madre de Coyolxauhqui -la
Adornada de Cascabeles- y de sus hermanos los Centzonhuitznahua -los
Cuatrocientos espinosos-. Estando barriendo Coatlicue le cayó
una bola de plumón, que guardó en su regazo. Al terminar de barrer la buscó
pero no la encontró, habiendo quedado embarazada de la misma. La hija y sus
hermanos quedaron avergonzados del estado de gestación de la madre y decidieron
darle muerte; pero cuando llegaron a lo alto del cerro donde estaba
temerosa Coatlicue nació Huitzilopochtli en
estado adulto y armado, dió muerte a Coyolxauhqui decapitándola
con la serpiente de fuego -xiuhcoatl-, la desmembró y arrojó sus restos
por la pendiente. A los hermanos los persiguió, matando a casi todos.
Esta segunda leyenda atesora una interpretación
simbólico-cósmica: como Huitzilopochtli era para los mexicas
el Sol, Coyolxauhqui la Luna y los Centzonhuitznahua las
Estrellas meridionales, el mito representa el triunfo del Sol, de la luz, en su
lucha diaria sobre la Luna y las Estrellas, que simbolizan la oscuridad.
De Tollan a Chapoltepec
Después de una estancia de más de década y media en Tollan7, los mexicas se internan en la
Cuenca de México a principios del siglo XIII d. C. encontrando la zona lacustre
densamente habitada por pueblos asentados de antiguo como por otros más
recientes, de habla nahuatl, que les habían precedido en
su migración. Entre ellos estaban los siguientes:
-ACOLHUAQUE. Los acolhuaque, habitantes de la parte oriental
del lago Tetzcoco, llegaron a la zona en el siglo XIII. Su centro
principal lo fijaron en Coatlichan - la morada de la
Serpiente-, que fue reemplazado en el siglo XIV por Tetzcoco, que
anteriormente dependía de él.
-COLHUAQUE. Posiblemente llegaron en la segunda mitad del siglo XII, y
establecieron su principal centro en Colhuacan. Como antigua ciudad
del imperio tolteca se consideraban herederos de su cultura. A mediados del
siglo XIV fueron sojuzgados por el Señorío de Atzcapotzalco, con
ayuda de los mexicas.
-CUITLAHUACA. Se establecieron en Tlahuac o Cuitlahuac,
ciudad lacustre entre Xochimilo y Chalco, unida
por calzadas con tierra firme, tanto al norte como al sur.
-CHALCA. Los chalca se ubicaron en el borde oriental
del lago de Chalco, entre Xochimilco y los
volcanes Popocatepetl e Iztaccihuatl. Conquistados
por los mexicas se rebelaron contra ellos en varias ocasiones, siendo sometidos
finalmente por Motecuhzoma I.
-MIZQUICA. Se asentaron en Mizquic, en una isla de escasas
dimensiones en la ribera sur del lago de Chalco. -OTOMI. Los Otomi habitaban
de antiguo en el Altiplano. Hablaban una lengua distinta al nahuatl y
a la llegada de los pueblos chichimecas, tras la caída de Tollan,
fueron sojuzgados por éstos y se extendieron por diversos lugares de la Cuenca
de México y sus alrededores. A comienzos del siglo XIII un grupo se había
instalado en Xaltocan, en el lago del mismo nombre. A finales del
siglo XIV, en 1395, fueron derrotados por Tezozomoc, tlahtoani de Atzcapotzalco,
con ayuda de los mexicas como mercenarios, dispersándose por el este
hacia Tlaxcallan y Metztitlan y por el oeste
hacia el valle de Tollocan.
-TEPANECA. En
el siglo XIII se establecieron en la ribera occidental del lago Tetzcoco, expandiéndose
hacia el norte tras la decadencia del poder de los otomíes. Cuando los mexicas
se afincaron en Tenochtitlan la isla pertenecía a los tepaneca de Atzcapotzalco.
-XOCHIMILCA.
Relacionados tanto con los Colhuaque como con los Cuitlahuaca y
los Mizquica, hasta el extremo que Durán a veces los considera a
todos como Xochimilca. A finales del siglo XIV son conquistados por
los tepanecas, auxiliados por los mexicas.
Distribución geográfica de los principales grupos étnicos a la llegada de los mexicas a la zona lacustre de la Cuenca de México.
Las fuentes informan de distintos lugares por los que pasaron en su camino a Chapoltepec, por lo que aquí solo señalaré los más importantes. En el mapa siguiente se representa la ruta seguida por los mexicas en su trayecto a Tenochtitlan; aunque hay que tener en cuenta que este itinerario no era rectilíneo, sino que de un lugar partían simultáneamente hacia otros, por lo que la trayectoria lineal sugiere, como se verá con posterioridad, la reelaboración de su historia por Itzcoatl para resaltar sus dominios en su tiempo.
Complejo lacustre. Principales lugares recorridos por los mexicas hasta su asentamiento definitivo en Tenochtitlan.
El primer
lugar importante, dentro de la zona lacustre, donde paran es Tzompanco -en
el Tzompantli8, el actual Zumpango. Allí tiene lugar una alianza matrimonial entre un
miembro de la dinastía local y otro del grupo migrante, de cuyo enlace nacería Huitzilihuitl el Viejo, del que se hablará
posteriormente. La siguiente escala la realizaron en Xaltocan -donde
se siembra en la Arena-, en cuyo lugar según Tezozómoc: "[...], y allí también hicieron
chinampas, y en ellas sembraron maíz, huautle9, frijol, calabaza, chile y jitomate.
Luego llegaron a Epcohuac, y allí también hicieron chinampas".10
La tercera detención destacada la realizan en Ehecatepec -el
cerro del Viento-, la actual Ecatepec, en la ribera occidental de la
confluencia de los lagos de Xaltocan y Tetzcoco. Posteriormente
recalan en Cohuatitlan -donde abundan las Serpientes -en 1227
d.C., en donde, según el historiador chalca Chimalpahin, Huehue Huitzilihuitl -Huitzilihuitl el
Viejo- se convirtió en el primer tlahtoani mexica.
Algunas fuentes puramente mexicas no hacen alusión a esta exaltación,
quizás por no haber fundado este personaje una dinastía como sí lo
hicieron los que, posteriormente, entroncaron con el linaje de los gobernantes
de Colhuacan. En Tecpayocan -el lugar del Pedernal-, en 1247
d.C. se realizó una ceremonia de encendido del Fuego Nuevo, según nos indica el
Códice Boturini. Allí fueron derrotados por los habitantes de la localidad y
los emigrantes partieron para distintos lugares, unos para la orilla oriental
del lago y otros para un islote del mismo, Tepetzinco - en el
Cerrito-, desde continuaron hacia Amallinalpan -lugar de las
hierbas de Agua-, donde ejercieron de mercenarios de Atzcapotzalco. El último lugar donde pararon antes de llegar a Chapoltepec fue
en Popotlan -lugar de Carrizos-, enclave en el que Cortés y
sus hombres descansaron después de su derrota en Mexico-Tenochtitlan en
la llamada Noche Triste, el 30 de junio de 1520. Popotlan está
situada al oeste de la Ciudad de México, antes de llegar a Tlacopan,
la actual Tacuba, que pertenecía a la jurisdicción del Señorío de Atzcapotzalco. De Chapoltepec a Mexico-Tenochtitlan En Chapoltepec -en el cerro del Saltamontes-
hallaron requisitos ambientales favorables a un asentamiento definitivo: estaba
cerca del lago, lo que permitía obtener sus productos alimenticios y construir
chinampas, poseía manantiales de agua dulce y el cerro ofrecía una magnífica
defensa contra ataques enemigos. Sin embargo, debido al carácter agresivo y
pendenciero de los mexicas o al temor de sus vecinos a que pudieran fundar
un altepetl11, fueron desalojados del lugar después de dos exitosos ataques efectuados
por diversos pueblos. Según fuentes de origen tenochca el primer ataque fue perpetrado por los
malinalcas y otros pueblos del valle de Toluca -Tollocan, donde hay
Juncias o Eneas-. Los mexicas se dispersaron por las riberas del lago, aunque
después volvieron a reagruparse en Chapoltepec. Las mismas fuentes
narran el hecho de la muerte de Copil, hijo de Malinalxochitl,
a manos de su tío Huitzilopochtli y la importancia que tendría
el suceso en la fundación de Mexico-Tenochtitlan, como se verá al
tratar de este asunto. La segunda ofensiva fue llevada a cabo por una coalición de varios pueblos, dirigidos por Atzcapotzalco, y entre los que sobresalían Xaltocan, Xochimilco, Colhuacan y Chalco. Los mexicas, una vez vencidos, fueron dispersados entre los altepeme ganadores; y su gobernante Huitzilihuitl y sus parientes fueron sacrificados. El contingente principal quedó sometido como vasallo a los colhuaque,
y se refugió en Acocolco -lugar del cocolli12 de agua-, mísero enclave dentro de la laguna, al norte de Colhuacan.
Desde allí rogaron a su gobernante que les concediera asilo en algún lugar de
su altepetl, siéndoles permitido morar en Tizaapan. Los primeros autores modernos situaban el emplazamiento de este
último lugar en el actual Tizapan, al sur de Coyoacán, en el
pedregal de San Angel (Ver el mapa anterior). Sin embargo, su raíz etimológica
es distinta, pues Tizapan significa 'sobre la tierra blanca'
-de tizatl "tiza, tierra blanca" y pan "en,
sobre"-; mientras Tizaapan -de tizaltl, atl y pan-
equivaldría a 'sobre el agua yesosa o blanca'. Esta distinción, así como la
localización dada por Fray Diego Durán: "[...] ques de la otra parte del
cerro de Culhuacan, donde agora se parten los dos caminos, el que va á
Cuitláhuac y el que va a Chalco, el cual estaba desierto,[...]"13 han llevado a
los expertos a situar su localización en la península de Colhuacan,
a la orilla del agua, al otro lado del Cerro de la Estrella; lo que es
consecuente con la dependencia de Tizapan del Señorío de Coyohuacan ,
perteneciente al dominio tepaneca. A pesar de estar sojuzgados por Colhuacan los
dirigentes de este altepetl permitieron a los vencidos
emparentar con su pueblo, estableciéndose los lazos que permitirían a los mexicas
argumentar la legitimad de la dinastía de sus tlahtoque, por
proclamarse descendientes del linaje de los últimos herederos toltecas. Animados los inmigrantes, levantaron un altar y sacrificaron
en el mismo una princesa, hija de Achitomel, tlahtoani de Colhuacan,
cuya piel desollada vistió un sacerdote. La consecuencia fue la expulsión
de Tizaapan y la persecución de los mexicas, que
huyeron a refugiarse en Mexicatzinco -en la casa pequeña del
dios Meztli-. A partir de ahí hasta su establecimiento en Tenochtitlan no
cesarían de acosarlos los colhuaque. Después de pasar por Nexticpac -sobre las
Cenizas- se establecieron en Itztacalco -lugar de las casas
Blancas-, donde levantaron alegóricos cerros de papel y sacrificaron
prisioneros. El último lugar importante donde arribaron, antes de entrar en la
isla de Mexico fue a Mixihucan -el lugar del
Parto-, donde se celebró el ritual del nacimiento de un hijo de una princesa
colhua casada con un mexica. Hostigados por los colhuaque se refugiaron finalmente
en una isla situada al oeste del lago Tetzcoco, en un lugar
llamado Toltzallan Acatzallan -entre Tules, entre
Cañaverales-, perteneciente al dominio de Atzcapotzalco, donde
fundarían su deseado altepetl. Pero esto será materia de posterior
estudio.
___________________
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1. Federico Navarrete Linares " Los orígenes de los pueblos indígenas del Valle de México. Los altépetl y sus historias". México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas (Serie Cultura Náhuatl. Monografías 33), 2011. pp. 93-170. Disponible en Internet, en: www.historicas.unam.mx/publicaciones/publicadigital/libros/origenes/origenespueblos.html
Navarrete señala hasta 25 fuentes, entre ellas:
-Códice Boturini. Joaquín Galarza y Krystyna M. Libura: "La Tira de la Peregrinación". Ediciones Tecolote. México. 1999.
-Codex Azcatitlan. Bibliothèque Nationale de France/Société des Américanistes. París. 1995.
-Códice Aubin. Editorial Innovación, S.A. México. 1980.
↩
2. Paul Kirchhoff: "¿Se puede localizar Aztlán?" En 'Mesoamerica y el Centro de México'. Instituto Nacional de Antropología e Historia. México. 1985. pp. 331-340.
-Wigberto Jiménez Moreno: "La migración mexica". En Actas del XL Congreso Internacional e Americanistas. Roma, Génova: 1972. pp. 167-172.
↩
3. M. Hernández et alt.: "Contraste del mito de Aztlán a partir de la morfometría geométrica (EDMA) de series craneales mexicanas". En Revista Española de Antropología Física. Vol. 27. 2007. pp. 45-57. Disponible en Internet, en: https://www.seaf.es/images/seaf/papers/vol27/reaf%2027%2004%2045-57%20Hernandez.pdf.
↩
4. Enrique Florescano Mayet: "Mito e historia en la memoria nahua". En Historia Mexicana, [S.l.], p. 607-661, ene. 1990. ISSN 2448-6531. Disponible en Internet, en: https://historia mexicana.colmex.mx/index.php/RHM/article/view/2108/3038
↩
5. "Historia de los mexicanos por sus pinturas". En Angel M. Garibay K.: 'Teogonía e Historia de los Mexicanos. E. Porrúa. Colecc. Sepan cuantos... 6ª ed. México. 2005. p. 39.↩
6. Fray Diego Durán: "Historia de las Indias de Nueva España e Islas de Tierra Firme". Vol. I. CONACULTA. Colecc. Cien de México. México. 2002. pp. 75-78. ↩
7. Domingo Francisco de San Antón Muñón Chimalpahin: "Las Ocho relaciones y el Memorial de Colhuacán". CONACULTA. Colecc. Cien de México. México. 2003. p. 101. ↩
8. Tzompantli: Estructura consistente en varias vigas travesadas por barras en las que se ensartaban los cráneos de las víctimas de los sacrificios.↩
9. Huauhtli: Planta herbácea conocida como amaranto, alegría y bledo. La parte más importante de la planta son las semillas. ↩
10. Fernando Alvarado Tezozómoc: "Crónica Mexicayotl". En 'Tres crónicas mexicanas'. Paleografía y Traducción de Rafael Tena. CONACULTA. Colecc. Cien de México. México. 2012. p. 53. ↩
11. Altepetl: Literalmente Cerro de agua -de atl, agua y tepetl, cerro-. Es un difraismo nahuatl para señalar un asentamiento humano, en general por un misma etnia, con un territorio propio, una misma lengua y un dios protector.
Era la organización sociopolítica fundamental del Altiplano a la llegada de los españoles. Ha sido comparada por algunos autores, desde una óptica occidental, a la ciudad-estado del Viejo Continente. ↩
12. Cocolli: Hierba que crecía sobre el agua del lago y que, después de recogida y secada, servía de alimento. ↩
13. Fray Diego Durán: Ob. cit. p. 83. ↩