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GRUPO ESCULTÓRICO REPRESENTATIVO DE LA FUNDACIÓN DE MEXICO-TENOCHTITLAN. CIUDAD DE MÉXICO

Entre el origen y la llegada. Mitos e historia

Y luego les cambió el nombre a los aztecas, diciendo: Desde ahora ya no os llamareis aztecas; yo os doy un nuevo nombre; en adelante mexitin.

Chimalpahin

    Ya el título de la presente entrada nos mueve un poco a desconcierto. Pero intentaré esclarecer, apoyándome en las fuentes documentales y la historiografía posterior, el nombre que creo más correcto para denominar al último pueblo prehispánico en llegar a la Cuenca de México.

El lugar de origen

    Según algunas fuentes1se decían originarios de un lugar denominado Aztlan -lugar de garzas o lugar de la blancura, quizás por referencia al color del plumaje de esa ave-, enclave situado en una isla, situada al norte del Altiplano, desde donde emprendieron una migración que les llevaría, aproximadamente, más de dos siglos y medio después hasta su establecimiento definitivo en una isla al oeste del lago Tetzcoco, dentro de la Cuenca de México.

    La cronología de la migración no está exenta de controversia y no hay acuerdo general sobre la datación de los registros en las fuentes documentales. Ello es consecuencia al menos de tres factores: en primer lugar, para un mismo suceso diversas fuentes ofrecen fechas distintas; en segundo lugar, en algún caso, un mismo autor ofrece a veces tiempos diferentes para un mismo acontecimiento; y en tercer lugar, los calendarios de diversos pueblos comenzaban en fechas diferentes del calendario cristiano, por lo que para un mismo hecho ocurrido en el mismo día de dos pueblos indígenas las fechas occidentales no serían las mismas.

    Hay que relativizar, pues, el tiempo exacto en que transcurrieron los diversos sucesos de la migración, sobre todo los más antiguos, por lo que cuando se reflejen fechas las tomaremos a título simplemente orientativo.

    Como he dicho en una entrada anterior, la generalidad de los pueblos de habla nahuatl que habían invadido la Cuenca, provenientes de las llanuras septentrionales y semiáridas, afirmaban proceder de un enclave llamado Chicomoztoc -lugar de las Siete Cuevas-, sobre el que no hay duda de que se trataba de un mito de origen de los mismos. De esas Siete Cuevas cual si de un útero de la madre tierra se tratara partían las diversas "naciones" en busca de su ulterior identidad.


                                      Chicomoztoc. Historia Tolteca Chichimeca. Folio 16r.

    Aunque en algunas fuentes -como en los escritos de Durán, Tezozómoc, el Códice Ramírez, Cristóbal del Castillo o algún texto de Chimalpahin- se sostiene que Aztlan Chicomoztoc son un mismo lugar, en otros documentos ambos enclaves son distintos y aquél precedía a éste.

    Probablemente la diferenciación, en algunas fuentes de origen mexica, entre los lugares de Aztlan y Chicomoztoc se deba a que los mexica se consideraban peculiares, elegidos por su dios Huitzilopochtli para conquistar al resto de los otros pueblos surgidos de las Siete Cuevas y que habían llegado antes que ellos a la Cuenca de México y valles adyacentes.

    Se han hecho numerosos intentos por localizar Aztlan, desde el suroeste de los Estados Unidos hasta áreas más cercanas al Altiplano Central mexicano, pero dentro del área mesoamericana; entre ellos los de Kirchhoff y Wigberto Jiménez Moreno.2 Sin embargo, no se han hallado restos arqueológicos que respalden estas conclusiones.

    Con todo, conocidos los rasgos culturales de los mexica durante la migración, que serán expuestos posteriormente, se puede afirmar que dicha etnia procedía de algún lugar dentro del área mesoamericana. Un estudio científico, realizado por varios investigadores3, sostiene que la comparación de la morfometría craneal de mexicas de Tlaltelolco con la de grupos del Norte de Mesoamérica no apoya un emplazamiento de Aztlan hacia el suroeste de los Estados Unidos, sino en áreas más cercanas a la Cuenca de México.

    Pues bien, pese a los esfuerzos de notables investigadores, que han propuesto la localización de tal lugar, la opinión más acertada, a mi juicio, es que Aztlan es un enclave mítico y simbólico, imagen arquetípica del emplazamiento donde se establecieron finalmente, Tenochtitlan.

    No todo el recorrido de la migración está rodeado de un halo mítico. Cuanto más nos acercamos a la fundación de Tenochtitlan más posible es que coincidan el relato, despojado de sus elementos míticos, y la historicidad de los acontecimientos.

    Ante la carencia de documentos prehispánicos históricos, en el sentido occidental y moderno de la historia -es decir, registros escritos y verificables-, algunos eruditos han considerado las narraciones de la migración de los mexica como imaginarias y míticas, alegando que su significado es de orden simbólico y que lo que pretendían sus autores era legitimar el status social de los nobles y justificar el derecho de los gobernantes a la posesión del espacio adquirido. Ahora bien, si los mitos del origen de los mexica, al igual que los de otros pueblos de filiación nahuatl, informan sobre el origen de dicho pueblo de una manera simbólica, no es menos cierto, como señala Enrique Florescano4, que algunos símbolos pueden hacer referencia a hechos históricos reales ocurridos en el espacio donde se relata el mito -como, por ejemplo, el hecho de ser un pueblo invasor, conquistador de otros pueblos agricultores más antiguos.

    
Tres son las etapas en que se suele dividir el camino desde su salida de Aztlan hasta la fundación de Tenochtitlan: La primera, de Aztlan a Tollan; la segunda, de Tollan a Chapoltepec; y, finalmente, la de Chapoltepec a Tenochtitlan. De ellas examinaré los acontecimientos más destacables, siguiendo para ello, fundamentalmente, las fuentes de origen tenochca.

De Aztlan a Tollan 

    Los acontecimientos habidos entre estos lugares son los menos documentados en las narraciones de la migración y, seguramente, los más vinculados a elementos míticos o simbólicos contenidos en las mismas.

    Ya que los códices pictoglíficos -combinación de pictogafías y glifos- no determinan cuántas personas partieron de Aztlan, lo más acertado es decir que se desconoce su número. Así, en la "Historia de los mexicanos por sus pinturas" se dice:

"Y para ello hicieron tres caudillos o tres capitanes: al uno dijeron Xuihtin y al otro Tecpatzin y al otro Cuatlicue, y con estos tres partieron muchos mexicanos, no tienen el número de ellos en sus pinturas."5

    Después de pasar Chicomoztoc los azteca continuaron la migración acompañados de varios pueblos, aunque después, por mandato de Huitzilopochtli, los abandonaron para continuar su camino en solitario; y algo después la misma deidad les cambió el nombre de azteca por el de mexitin, etnónimo que utilizarían hasta su asentamiento final en la isla del lago Tetzcoco.

    Los eventos más destacados de esta andadura serán la separación de los migrantes en tres ocasiones: la primera en Michhuacan -el actual Estado de Michoacán-, en el lago Pátzcuaro; la segunda en un lugar impreciso al  este de Michhuacan; la tercera en Coatepec -en el Cerro de la serpiente-, cerca de Tollan - la actual Tula-. Estas escisiones pueden ser interpretadas como conflictos políticos intraétnicos entre los migrantes.

    La primera ruptura se produce en el lago Pátzcuaro, cuando un grupo de caminantes que deseaba quedarse en el lugar es abandonado por el resto, que decide continuar el curso de su marcha.

    La segunda división tiene como consecuencia la bifurcación de los emigrantes, dirigiéndose una facción, encabezada por la que se dice hermana de Huitzilopochtli, Malinalxochitl -Flor de malinalli, una hierba-, hacia Malinalco, y otra continuaría su camino hacia la zona lacustre.

        Así como las dos separaciones anteriores fueron incruentas, la tercera supuso el casi total exterminio en Coatepec del grupo disidente que intentaba quedar en dicho lugar. Respecto a este episodio unas fuentes hacen mención al hecho de producirse durante la migración, mientras que otras lo ignoran atribuyéndolo a un conflicto entre dioses.

         En relación con las fuentes que mencionan la migración, dice una de ellas:

"[...] mandó [Huitzilopochtli] en sueños á los sacerdotes que atajasen el agua de un río, que junto allí pasaba, para que aquel agua se derramase por aquel llano y tomase en medio aquel cerro donde estaban [Coatepec], porque les quería mostrar la semejanza de la tierra y sitio que les auia prometido: hecha la presa, se derramó aquel agua y se tendió por todo aquel llano, haciéndose una gran laguna, la qual cercaron de sauces, sabinas y álamos; pusiéronla llena de juncia y espadañas, empeçóse a enchir de pescado de todo género de lo que en esta tierra se cría; empeçaron a venir aves marinas, como son patos, ánsares, garças, gallaretas, de que se cubrió toda aquella laguna, con otros muchos géneros de pájaros que hoy en día la laguna de México tiene y cría; inchóse asimesmo  aquel sitio de flores marinas, de carriçales, los quales se incheron de diferentes géneros de tordos, urracas, unos colorados, otros amarillos, que con su canto y chirriado hacían gran armonía, y alegraron tanto aquel lugar, y púsose tan ameno y deleitoso, que olvidados los mexicanos con este contento del sitio que su dios les prometía, no siendo éste más de muestra y dechado de lo que iban á buscar, dijeron que aquel les bastaba, que no querían ir de allí á buscar mas deleite del que tenían [....] oído por su dios Vitzilopochtli, como aficionados muchos de la compañía (cuyo caudillo de aquella murmuración y concierto era Vitznahua y una señora que llamaban Coyolxahu) no querían pasar adelante, [….] Airado el dios Vitzilopochtli respondió á los sacerdotes y dijo: '¿quién son éstos que así quieren traspasar mis determinaciones y poner objeciones y término á ellas? ¿son ellos por ventura mas que yo? decidles que yo tomaré vengança dellos antes de mañana, porque no se atrevan á dar parecer en lo que yo tengo determinado y para lo que fui enviado, y para que sepan todos que á mí solo an de obedecer'.

Cuentan que á media noche, estando todos en sosiego, oyeron en el lugar que llaman Teotlachco y por otro nombre Tzonpanco, que eran lugares sagrados dedicados á este dios, un gran ruido, , en el qual lugar, venida la mañana, allaron muertos á los principales movedores de aquella rebelión, juntamente a la señora que dijimos que se llamaba Coyolxahu [Coyolxahuqui], y á todos abiertos por los pechos y sacados solamente los coraçones, de donde se levantó aquella maldita opinión y seta de que Vitzilopochtli no comía sino coraçones, y de donde se tomó principio de sacrificar hombres y abrillos por los pechos y sacados solamente los coraçones y ofrecérselos al demonio y á su dios Vitzilopochtli [….] y no parando aquí el enojo de Vitzilopochtli, para más mostrar su brabeça y furor, manda á sus ayos y sacerdotes que abran y deshagan los reparos y tomas de agua que auian hecho, con que el agua estaba represada, y que la dexasen seguir su antiguo curso. Los mexicanos, no osando hacer otra cosa, quitaron y deshicieron los reparos y presas que tenían la aguas, y dexándolas correr, contra todo el torrente de su voluntad por el descanso y refresco que de aquellas aguas les redundaba y mantenimiento, pero por no incurrir en la ira de su dios, tuvieron por bien de posponer todo consuelo. Deshecha la laguna se empeçaron á secar los carriçales y espadaños y secarse los árboles y frescura y á morirse los pescados y ranas y todas las demás savandijas quel agua engendra, de que esta gente se aprovecha para su mantenimiento; empeçáronse a ir las aves marinas y á quedar aquel lugar tan seco y sombrío como de antes estaba. 
Visto por los mexicanos el destroço y esterilidad en que el lugar, donde ellos pensaron que auia de ser México, quedaua, determinaron de consultar  á su dios sobre lo que quería que hiciesen, [….] y así consultado,  mandó alçasen el real y pasasen a Tula, lo cual luego fue hecho."6(El texto entre corchetes se ha añadido aquí). 

 


Codex Azcatitlan. Fragmento de la lámina VI. En ella se observa  a Huitzilopochtli armado sobre un templo en el cerro de Coatepec.

    Este relato ha sido discutido en clave política: el episodio, de haberse producido históricamente la parada en Coatepec, puede interpretarse como un enfrentamiento cruento entre dos facciones de los emigrantes, que terminó con la victoria de aquellos que deseaban seguir el camino. 

    Entre las explicaciones que destacan los sucesos como una lucha entre dioses, destaca la de Fray Bernardino de Sahagún, condensada en lo siguiente: en el cerro de Coatepec, cerca de Tollan, vivía una diosa llamada Coatlicue -la de la Falda de Serpientes-, que hacía penitencia allí. Esta diosa era la madre de Coyolxauhqui -la Adornada de Cascabeles- y de sus hermanos los Centzonhuitznahua -los Cuatrocientos espinosos-. Estando barriendo Coatlicue  le cayó una bola de plumón, que guardó en su regazo. Al terminar de barrer la buscó pero no la encontró, habiendo quedado embarazada de la misma. La hija y sus hermanos quedaron avergonzados del estado de gestación de la madre y decidieron darle muerte; pero cuando llegaron a lo alto del cerro donde estaba temerosa Coatlicue nació Huitzilopochtli en estado adulto y armado, dió muerte a Coyolxauhqui decapitándola con la serpiente de fuego -xiuhcoatl-, la desmembró y arrojó sus restos por la pendiente. A los hermanos los persiguió, matando a casi todos.

    Esta segunda leyenda atesora una interpretación simbólico-cósmica: como Huitzilopochtli era para los mexicas el Sol, Coyolxauhqui la Luna y los Centzonhuitznahua las Estrellas meridionales, el mito representa el triunfo del Sol, de la luz, en su lucha diaria sobre la Luna y las Estrellas, que simbolizan la oscuridad.

De Tollan a Chapoltepec 

    Después de una estancia de más de década y media en Tollan7, los mexicas se internan en la Cuenca de México a principios del siglo XIII d. C. encontrando la zona lacustre densamente habitada por pueblos asentados de antiguo como por otros más recientes, de habla nahuatl, que les habían precedido en su migración. Entre ellos estaban los siguientes: 

-ACOLHUAQUE. Los acolhuaque, habitantes de la parte oriental del lago Tetzcoco, llegaron a la zona en el siglo XIII. Su centro principal lo fijaron en Coatlichan - la morada de la Serpiente-, que fue reemplazado en el siglo XIV por Tetzcoco, que anteriormente dependía de él. 

-COLHUAQUE. Posiblemente llegaron en la segunda mitad del siglo XII, y establecieron su principal centro en Colhuacan. Como antigua ciudad del imperio tolteca se consideraban herederos de su cultura. A mediados del siglo XIV fueron sojuzgados por el Señorío de Atzcapotzalco, con ayuda de los mexicas. 

-CUITLAHUACA. Se establecieron en Tlahuac o Cuitlahuac, ciudad lacustre entre Xochimilo y Chalco, unida por calzadas con tierra firme, tanto al norte como al sur. 

-CHALCA. Los chalca se ubicaron en el borde oriental del lago de Chalco, entre Xochimilco y los volcanes Popocatepetl e Iztaccihuatl. Conquistados por los mexicas se rebelaron contra ellos en varias ocasiones, siendo sometidos finalmente por Motecuhzoma I. 

-MIZQUICA. Se asentaron en Mizquic, en una isla de escasas dimensiones en la ribera sur del lago de Chalco

-OTOMI. Los Otomi habitaban de antiguo en el Altiplano. Hablaban una lengua distinta al nahuatl y a la llegada de los pueblos chichimecas, tras la caída de Tollan, fueron sojuzgados por éstos y se extendieron por diversos lugares de la Cuenca de México y sus alrededores. A comienzos del siglo XIII un grupo se había instalado en Xaltocan, en el lago del mismo nombre. A finales del siglo XIV, en 1395, fueron derrotados por Tezozomoctlahtoani de Atzcapotzalco, con ayuda de los mexicas como mercenarios, dispersándose por el este hacia Tlaxcallan y Metztitlan y por el oeste hacia el valle de Tollocan

-TEPANECA. En el siglo XIII se establecieron en la ribera occidental del lago Tetzcoco, expandiéndose hacia el norte tras la decadencia del poder de los otomíes. Cuando los mexicas se afincaron en Tenochtitlan la isla pertenecía a los tepaneca de Atzcapotzalco

-XOCHIMILCA. Relacionados tanto con los Colhuaque como con los Cuitlahuaca y los Mizquica, hasta el extremo que Durán a veces los considera a todos como Xochimilca. A finales del siglo XIV son conquistados por los tepanecas, auxiliados por los mexicas.



Distribución geográfica de los principales grupos étnicos a la llegada de los mexicas a la zona lacustre de la Cuenca de México.

    Las fuentes informan de distintos lugares por los que pasaron en su camino a Chapoltepec, por lo que aquí solo señalaré los más importantes. En el mapa siguiente  se representa la ruta seguida por los mexicas en su trayecto a Tenochtitlan; aunque hay que  tener en cuenta que este itinerario no era rectilíneo, sino  que de un lugar partían simultáneamente hacia otros, por lo que la trayectoria lineal sugiere, como se verá con posterioridad, la reelaboración de su historia por Itzcoatl para resaltar sus dominios en su tiempo. 

       

Complejo lacustre. Principales lugares recorridos por los mexicas hasta su asentamiento definitivo en Tenochtitlan.

    El primer lugar importante, dentro de la zona lacustre, donde paran es Tzompanco -en el Tzompantli8, el actual Zumpango. Allí tiene lugar una alianza matrimonial entre un miembro de la dinastía local y otro del grupo migrante, de cuyo enlace  nacería Huitzilihuitl   el Viejo, del que se hablará posteriormente. 

    La siguiente escala la realizaron en Xaltocan -donde se siembra en la Arena-, en cuyo lugar según Tezozómoc:

"[...], y allí también hicieron chinampas, y en ellas sembraron maíz, huautle9frijol, calabaza, chile y jitomate. Luego llegaron a Epcohuac, y allí también hicieron chinampas".10 

    La tercera detención destacada la realizan en Ehecatepec -el cerro del Viento-, la actual Ecatepec, en la ribera occidental de la confluencia de los lagos de Xaltocan y Tetzcoco. Posteriormente recalan en Cohuatitlan -donde abundan las Serpientes -en 1227 d.C., en donde, según el historiador chalca Chimalpahin, Huehue Huitzilihuitl -Huitzilihuitl el Viejo- se convirtió en el primer tlahtoani mexica. Algunas fuentes puramente mexicas no hacen alusión a esta exaltación, quizás por no haber fundado este personaje una dinastía como sí lo hicieron los que, posteriormente, entroncaron con el linaje de los gobernantes de Colhuacan.

    En Tecpayocan -el lugar del Pedernal-, en 1247 d.C. se realizó una ceremonia de encendido del Fuego Nuevo, según nos indica el Códice Boturini. Allí fueron derrotados por los habitantes de la localidad y los emigrantes partieron para distintos lugares, unos para la orilla oriental del lago y otros para un islote del mismo, Tepetzinco - en el Cerrito-, desde continuaron hacia Amallinalpan -lugar de las hierbas de Agua-, donde ejercieron de mercenarios de Atzcapotzalco.

    El último lugar donde pararon antes de llegar a Chapoltepec fue en Popotlan -lugar de Carrizos-, enclave en el que Cortés y sus hombres descansaron después de su derrota en Mexico-Tenochtitlan en la llamada Noche Triste, el 30 de junio de 1520. Popotlan está situada al oeste de la Ciudad de México, antes de llegar a Tlacopan, la actual Tacuba, que pertenecía a la jurisdicción del Señorío de Atzcapotzalco.

De Chapoltepec a Mexico-Tenochtitlan  

    En Chapoltepec -en el cerro del Saltamontes- hallaron requisitos ambientales favorables a un asentamiento definitivo: estaba cerca del lago, lo que permitía obtener sus productos alimenticios y construir chinampas, poseía manantiales de agua dulce y el cerro ofrecía una magnífica defensa contra ataques enemigos. Sin embargo, debido al carácter agresivo y pendenciero de los mexicas o al temor de sus vecinos a que pudieran fundar un altepetl11, fueron desalojados del lugar después de dos exitosos ataques efectuados por diversos pueblos.

    Según fuentes de origen tenochca el primer ataque fue perpetrado por los malinalcas y otros pueblos del valle de Toluca -Tollocan, donde hay Juncias o Eneas-. Los mexicas se dispersaron por las riberas del lago, aunque después volvieron a reagruparse en Chapoltepec. Las mismas fuentes narran el hecho de la muerte de Copil, hijo de Malinalxochitl, a manos de su tío Huitzilopochtli y la importancia que tendría el suceso en la fundación de Mexico-Tenochtitlan, como se verá al tratar de este asunto. 

    La segunda ofensiva fue llevada a cabo por una coalición de varios pueblos, dirigidos por Atzcapotzalco, y entre los que sobresalían Xaltocan, Xochimilco, Colhuacan y Chalco. Los mexicas, una vez vencidos, fueron dispersados entre los altepeme ganadores; y su gobernante Huitzilihuitl y sus parientes fueron sacrificados. 

    El contingente principal quedó sometido como vasallo a los colhuaque, y se refugió en Acocolco -lugar del cocolli12 de agua-, mísero enclave dentro de la laguna, al norte de Colhuacan. Desde allí rogaron a su gobernante que les concediera asilo en algún lugar de su altepetl, siéndoles permitido morar en Tizaapan

    Los primeros autores modernos situaban el emplazamiento de este último lugar en el actual Tizapan, al sur de Coyoacán, en el pedregal de San Angel (Ver el mapa anterior). Sin embargo, su raíz etimológica es distinta, pues Tizapan significa 'sobre la tierra blanca' -de tizatl "tiza, tierra blanca" y pan "en, sobre"-; mientras Tizaapan -de tizaltlatl y pan- equivaldría a 'sobre el agua yesosa o blanca'. Esta distinción, así como la localización dada por Fray Diego Durán:

"[...] ques de la otra parte del cerro de Culhuacan, donde agora se parten los dos caminos, el que va á Cuitláhuac y el que va a Chalco, el cual estaba desierto,[...]"13

han llevado a los expertos a situar su localización en la península de Colhuacan, a la orilla del agua, al otro lado del Cerro de la Estrella; lo que es consecuente con la dependencia de Tizapan del Señorío de Coyohuacan , perteneciente al dominio tepaneca.

    A pesar de estar sojuzgados por Colhuacan los dirigentes de este altepetl permitieron a los vencidos emparentar con su pueblo, estableciéndose los lazos que permitirían a los mexicas argumentar la legitimad de la dinastía de sus tlahtoque, por proclamarse descendientes del linaje de los últimos herederos toltecas.

    Animados los inmigrantes, levantaron un altar y sacrificaron en el mismo una princesa, hija de Achitomeltlahtoani de Colhuacan, cuya piel desollada vistió un sacerdote. La consecuencia fue la expulsión de Tizaapan  y la persecución de los mexicas, que huyeron a refugiarse en Mexicatzinco -en la casa pequeña del dios Meztli-. A partir de ahí hasta su establecimiento en Tenochtitlan no cesarían de acosarlos los colhuaque.

    Después de pasar por Nexticpac -sobre las Cenizas- se establecieron en Itztacalco -lugar de las casas Blancas-, donde levantaron alegóricos cerros de papel y sacrificaron prisioneros. El último lugar importante donde arribaron, antes de entrar en la isla de Mexico fue a Mixihucan -el lugar del Parto-, donde se celebró el ritual del nacimiento de un hijo de una princesa colhua casada con un mexica.

    Hostigados por los colhuaque se refugiaron finalmente en una isla situada al oeste del lago Tetzcoco, en un lugar llamado Toltzallan Acatzallan -entre Tules, entre Cañaverales-, perteneciente al dominio de Atzcapotzalco, donde fundarían su deseado altepetl. Pero esto será materia de posterior estudio.

 

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1. Federico Navarrete Linares "Los orígenes de los pueblos indígenas del Valle de México. Los altépetl y sus historias". México, Universidad Nacional Autónoma de México. Instituto de Investigaciones Históricas (Serie Cultura Nahuatl. Monografías 33), 2011. pp. 93-170. Disponible en Internet, en: www.historicas.unam.mx/publicaciones/publicadigital/libros/origenes/origenespueblos.html

2. Paul Kirchhoff: "¿Se puede localizar Aztlán?" En "Anuario de Historia". Año 1. Facultad de Filosofía y Letras. UNAM. México 1961. pp. 59-67. Y Wigberto Jiménez Moreno: "La migración mexica". En "Actas del XL Congreso Internacional e Americanistas". Roma, Génova: 1972. pp. 167-172.

3. M. Hernández et alt.: "Contraste del mito de Aztlán a partir de la morfometría geométrica (EDMA) de series craneales mexicanas". En "Revista Española de Antropología Física". Vol. 27. 2007. pp. 45-57. Disponible en Internet, en: https://www.seaf.es/images/seaf/papers/vol27/reaf%2027%2004%2045-57%20Hernandez.pdf.

4. Enrique Florescano Mayet: "Mito e historia en la memoria nahua". En "Historia Mexicana", [S.l.], p. 607-661, ene. 1990. ISSN 2448-6531. Disponible en Internet, en: https://historia mexicana.colmex.mx/index.php/RHM/article/view/2108/3038

5. "Historia de los mexicanos por sus pinturas". En Angel M. Garibay K.: 'Teogonía e Historia de los Mexicanos". E. Porrúa. Colecc. Sepan cuantos... 6ª ed. México. 2005. p. 39.

6. Fray Diego Durán: "Historia de las Indias de Nueva España e Islas de Tierra Firme". Vol. I. CONACULTA. Colecc. Cien de México. México. 2002. pp. 75-78.

7. Domingo Francisco de San Antón Muñón Chimalpahin: "Las Ocho relaciones y el Memorial de Colhuacán". CONACULTA. Colecc. Cien de México. México. 2003. p. 101.


8. Tzompantli: Estructura consistente en varias vigas travesadas por barras en las que se ensartaban los cráneos de las víctimas de los sacrificios.

9. Huauhtli: Planta herbácea conocida como amaranto, alegría y bledo. La parte más importante de la planta son las semillas.

10. Fernando Alvarado Tezozómoc: "Crónica Mexicayotl". En "Tres crónicas mexicanas". Paleografía y Traducción de Rafael Tena. CONACULTA. Colecc. Cien de México. México. 2012. p. 53.

11. Altepetl: Literalmente Cerro de agua -de atl, agua y tepetl, cerro-. Es un difraismo nahuatl para señalar un asentamiento humano, en general por un misma etnia, con un territorio propio, una misma lengua y un dios protector. Era la organización sociopolítica fundamental del Altiplano a la llegada de los españoles. Ha sido comparada por algunos autores, desde una óptica occidental, a la ciudad-estado del Viejo Continente.

12. Cocolli: Hierba que crecía sobre el agua del lago y que, después de recogida y secada, servía de alimento.

13. Fray Diego Durán: Ob. cit. p. 83.

Huitzilihuitl -Pluma de colibrí-

    Muerto Acamapichtli, reunidos los principales de los cuatro grandes barrios o parcialidades en que se había dividido Tenochtitlan determinaron elegir sucesor en la persona de Huitzilihuitl -Pluma de colibrí-, cuarto hijo de aquél.1 Después, dicha elección fue sometida a aprobación del pueblo, parece ser que con carácter asambleario, aunque se desconoce la verdadera naturaleza de dicha ratificación.

    El  rango de fechas que dan las fuentes documentales sobre su señorío es sumamente amplio, pero parece razonable situarlas ca. 1.396-ca. 1.417 d.C. En  el  año ome acatl -dos caña, 1.403- de su dominio los mexicas celebraron la ceremonia del Fuego Nuevo.



                                                     Manuscrito Tovar. Representación de Huitzilihuitl ciñendo la                                                                                           mitra - xiuhuitzolli- de tlahtoani. A su izquierda el glifo de su                                                                                             nombre  -Pluma de colibrí -. 

    Como su padre, Huitzilihuitl siguió una sabia política personal de alianzas matrimoniales. Su primera esposa fue  una noble tepaneca, hija de Tetzotzomoc según una fuente, nieta del mismo según otra.  Fuese hija o nieta, lo realmente importante es que entroncó con la familia del señorío de Atzcapotzalco, lo que propició que los tepanecas aflojaran algo la presión tributaria a que tenían sometidos a  los mexica de Tenochtitlan. Se desposó asimismo con una noble de Cuauhnahuac, hija del tlahtoani Ozomatzinteuctli, conocido también como Tezcacoatl -serpiente reflejada en el espejo-, cuyo matrimonio debió de estar en relación  con  la  pretensión  de  tener  acceso al  preciado algodón, producto del que carecían los mexicas y que se cultivaba en la “tierra caliente” -del actual Estado de Morelos-. Según la “Crónica Mexicayotl”:

"El tlatoani Huitzilihuitl también solicitó por mujer a otra señora de Cuauhnahuac llamada  Miyahuaxihuitl, la cual era hija de Ozomatzinteuctli, tlatoani de Cuauhnahuac. Según dejaron dicho los antiguos, Ozomatzinteuctli gobernaba sobre toda la región de Cuauhnahuac; y los vasallos que lo servían le tributaban el algodón tan útil y los variados frutos que allá se dan. Todo eso no llegaba a Mexico, pues nada de eso se le tributaba; y como los mexicas no disponían de algodón porque eran muy pobres, sólo unos cuantos lo usaban para vestirse, mientras la mayoría hacía sus mastles2 con unas hierbas que crecen en la laguna. Por tal razón Huitzilihuitl solicitó de allá a esa señora; porque el tlatoani de los mexicas se decía: “¿Cómo haremos para emparentarnos con Ozomatzinteuctli. Quizá [convendría] que me fueran a solicitar a su hija”.3

    Numerosas fueron las esposas que tomó este señor, pues según el "Códice Mendoza”: 

"El dicho Huiçilyhuitl fue belicoso en guerras e ynclinado de tener muchas mujeres de las cuales obo muchos fijos, con que se fue aumentando la grosedad de los mexicanos."4

     De entre sus numerosos hijos hay que destacar a su sucesor, Chimalpopoca,  a Motecuhzoma Ilhuicamina o Huehue Motecuhzoma, que sería también tlahtoani y a Tlacaelel, personaje decisivo durante el señorío de varios gobernantes mexicas y del que se tratará posteriormente.

    Huitzilihuitl continuó con su participación en las campañas militares de los tepanecas, extendidas a los cuatro rumbos del complejo lacustre. Hacia el norte se conquistaron Xaltocan y Tollantzinco; al sur, Cuauhnahuac, Ocuilan, Yecapiztlan y Cuauhtinchan; al este, Otompan, Acolman y Tetzcoco, continuando la guerra con Chalco; al oeste, Cuauhtitlan y Toltitlan.

    En la guerra contra Xaltocan participaron junto a Atzcapotzalco tanto los mexicas como los acolhuas de Tetzcoco y ambos fueron beneficiados de los repartos de tierras que hicieron los tepanecas. Años después se tomó  Tollantzinco, aunque  los  “Anales de Tlatelolco” afirman que había fallecido Huitzilihuitl, por lo que es posible que fuese una conquista solamente tepaneca.

    Ya se ha dicho que Cuauhnahuac fue ocupada en tiempos de de Acamapichtli, pero no debió ser total el sometimiento, pues es cierto que fue tomada -conquistada o reconquistada - bajo el mandato de Huitzilihuitl. En esta zona también fueron conquistadas Yecapiztlan y Ocuilan. Parece claro que los tepanecas buscaban los productos que se obtenían en sus fértiles tierras; entre ellos el algodón, con sus múltiples utilidades: elaboración de vestidos, armaduras acolchadas para amortiguar el impacto de los dardos, mantas que a su vez tenían gran importancia como elemento de trueque y pago de tributos, etc.   

    En cuanto a Cuauhtinchan, si uno se atiene textualmente a lo que relatan las fuentes no se llega a una conclusión indubitada. Creo que el tema ha sido dilucidado certeramente por Davies5 y se puede afirmar que en esta época los  mexicas batallaron contra este altepetl en su búsqueda de caminos para los mercaderes -pochteca- hacia las tierras calientes del Golfo.

    El conflicto con Tetzcoco tuvo que ver con los intentos de Tetzotzomoc de Atzcapotzalco tratando extender su hegemonía sobre todo el territorio del Anahuac  -Cerca del agua-.

    En el siguiente Mapa pueden observarse las campañas militares en las que participaron Huitzilihuitl y su sucesor e hijo Chimalpopoca



Campañas militares en los alrededores de la zona lacustre bajo los mandatos de Huitzilihuitl y Chimalpopoca.


    Por la relevancia del señorío de Tetzcoco en el acontecer del pueblo mexica desde su llegada a la Cuenca, me parece conveniente hacer un breve comentario a su historia anterior al momento del inicio de las hostilidades.  

    He aquí lo que dice el historiador Ixtlilxochitl sobre el origen de la ciudad:

“La ciudad de Tezcuco  tuvo principio  su  población  en tiempos de los tultecas y se decía Catlenihco y se destruyó y acabó con las demás de los  tultecas y después la fueron reedificando los reyes chichimecas y en especial Quinatzin que la ilustró mucho y quedó en ella haciéndola cabeza y corte del imperio, [...]”6

    Lo cierto, atestiguado por los estudios arqueológicos, es que el núcleo de población original existía mucho antes de la llegada de los chichimecas, aunque al elegirla Quinatzin como sede de su señorío le dio nuevo realce. Los primeros en llegar a la Cuenca después de la caída de Tollan fueron los chichimecas de Xolotl, que estableció su capitalidad en Tenayocan, repartiendo sus territorios entre sus descendientes, sus capitanes y nuevos recién llegados. Uno de aquellos, su biznieto Quinatzin, asentó su sede en Tetzcoco, que fue asumiendo la preeminencia que antes había tenido Coatlichan en esta área.

    Durante la gobernación de Quinatzin y de su hijo y sucesor Techotlalatzin hubo una serie de arribadas a Tetzcoco de poblaciones de lengua nahuatl, siendo de destacar en tiempos del segundo las de cuatro conjuntos de inmigrantes desde Colhuacan, tras la derrota de éste por los tepanecas y mexicas de Acamapichtli; fueron colhuas, tepanecas, mexicas e huitznahuacas. Estos grupos trajeron consigo cambios culturales importantes, incluyendo la lengua nahuatl, e incluso llevando sus propios dioses, entre ellos Tecatlipoca, Huitzilopochtli y Tlaloc. De tal importancia fue este impacto que Techotlalatzin ordenó que el pueblo adoptara la nueva lengua y que los cargos públicos usaran obligatoriamente la misma en el cumplimiento de sus funciones.

    En este tiempo los poderes más importantes en la zona lacustre eran los tepanecas y los acolhuas, aunque aquellos dominaban prácticamente las zonas norte, oeste y  sur de la misma. Quinatzin mantenía buenas relaciones con Atzcapotzalco y no discutió con Tetzotzomoc por el uso de la dignidad de Chichimecatecuhtli -Señor de los Chichimecas-. Gobernando Techotlalatzin Techotlalatzin las relaciones fueron también pacíficas; pero todo cambió con la ascensión de Ixtlilxochitl, de fuerte personalidad, al señorío de Tetzcoco.

    Como se ha dicho, Tetzotzomoc deseaba extender su dominio a toda la zona lacustre y ofreció una de sus hijas en matrimonio a Ixtlilxochitl, que rehusó por no querer aquél reconocerlo como Chichimecatecuhtli -Señor de los Chichimecas-, y tomó por esposa a una hija de Huitzilihuitl de Tenochtitlan. A continuación Atzcapotzalco sometió a fuerte presión tributaria a Tetzcoco, que Ixtlilxochitl rechazó, sentándose el camino para el inicio de hostilidades.

    Según el historiador Alva Ixtlilxochitl, descendiente del tlahtoani anterior:

"Luego que se hicieron las exequias y entierro de Techotlalatzin los señores que se hallaron presentes a ellas juraron por su universal señor a Ixtlilxóchitl, aunque Tezozómoc así que supo la muerte de Techotlalatzin por aviso que tuvo de Teyolcocoatzin su nieto, señor que a la sazón era de Acolman, luego convocó a los señores mexicanos, y entre otras razones que les dijo fue decirles, que él se hallaba muy ofendido de Ixtlilxóchitl por su demasiada presunción y altivez, preciándose no tener iguales en su mando y señorío, pues según buena razón a él competía la sucesión del imperio, pues era nieto de Xólotl, primer poblador de él,  demás que era mancebo de poca experiencia para poder conservar un tan gran señorío, y que así de ninguna manera se quería hallar en la Jura, ni de admitir por supremo señor, sino que antes le había de sojuzgar y poner debajo de su mando y señorío, pues tenía tantos y tan principales deudos y parientes, como lo eran ellos y los señores de Acolman y Coatlichan, que con facilidad  a éstos y a todos los señores de su casa y vasallos atraería a su voluntad."7
    Esto ocurría en 1.414. Algunas ciudades teóricamente sujetas a Tetzcoco -Xaltepec, Otompan, Axapochco, Temazcalapan- secretamente secundaban a los tepanecas. Entre las fieles se encontraban Tollantzinco, Huexotla, Tepepolco, Coatlichan Acolman.

    Al año siguiente Tetzotzomoc desencadenó el ataque, comenzando por la ciudad de Itztapallocan -la actual Ixtapaluca-, con el fin de tomar Tetzcoco por el sur. Aunque la embestida a la ciudad fue rechazada, el final de la campaña terminó con la toma de Acolman,  Otompan, Tepechpan y Tollantzinco. Tetzcoco sería conquistada siendo Chimalpopoca, sucesor sucesor de Huitzilihuitltlahtoani de Tenochtitlan.

    Dos años después, en 1.417, Ixtlilxochitl inicia una contraofensiva contra Atzcapotzalco dirigiéndose hacia la misma primero por el noreste, luego por el noroeste y bajando después hacia el sur, hasta llegar a sitiar la capital durante cuatro meses, tomando, entre otras ciudades importantes, Otompan, Tollan, Xilotepec y Cuauhtitlan.  No se sabe bien por qué Ixtlilxochitl no llegó a tomar Atzcapotzalco, permitiendo que al año siguiente Tetzotzomoc iniciara de nuevo una campaña envolvente sobre Tetzcoco
 
     En  este  período  continuó  la  guerra  contra  Chalco, pero más bien como una cuestión puramente de los mexicas ya que, aunque comenzó siendo un asunto tepaneca, en un determinado momento  los chalcas fueron aliados de Tetzotzomoc en su lucha contra Tetzcoco. A su vez,  parece ser que los tepanecas también colaboraron con otra serie de señoríos en la defensa de los intereses chalcas en contra de los avances mexicas.

    En 1.417 fallece Huitzilihuitl habiendo contribuido a la ampliación de su ciudad y al aumento del respeto hacia ella por parte de sus  vecinos. Según Durán,8 empezó a poner leyes y ordenanzas en su República (sic), en especial en lo que se refería al culto de sus dioses y, agrandó la anterior estructura del Huei Teocalli. A este respecto ha de hacerse constar que, según las modernas investigaciones arqueológicas, se han hallado siete fases  constructivas  del  Templo  Mayor. Cada una  consistía en una superposición sobre la anterior, haciendo por consiguiente el Templo más ancho y más alto, basándose en la necesidad de evitar los hundimientos de un gran edificio construido en terreno pantanoso y en el no menos  importante empeño de los sucesivos gobernantes en aumentar su prestigio y su impresión de poder. La que ha sido llamada fase II puede verse actualmente en las ruinas del Templo en la ciudad de México: en su cima, la entrada a los adoratorios de Tlaloc y de Huitzilopochtli. Delante del adoratorio de Huitzilopochtli hay una piedra sagrada del sacrificio -techcatl-, realizada con tetzontli -tezontle, material volcánico abundante en la Cuenca-. En el último escalón, alineado con la piedra de los sacrificios hay un glifo Ome tochtli -2 conejo, 1.390 d.C.- que indica aproximadamente el inicio de las fechas de construcción de esta etapa. Además, a la entrada del adoratorio de Tlaloc hay un Chacmool.9

    Todavía quedan restos polícromos, tanto del mismo como de las paredes interiores de los adoratorios. Esta fase es atribuida por los arqueólogos al período de dominación de los tres primeros tlahtoque, Acamapichtli, Huitzilihuitl Chimalpopoca.

          


Templo Mayor. Etapa Constructiva II.  Delante del adoratorio de Tlaloc puede verse el Chacmool. A la derecha, piedra del sacrificio ante el adoratorio de Huitzilopochtli


    Siguió este gobernante una política de captación  de población, atrayendo a gran número de comarcanos y avecindándolos en la ciudad, ampliando el suelo y aumentando la construcción  de canales. En lo que se refiere a la política militar, reformó la estructura del ejército, nombrando a su hermano Itzcoatl -futuro tlahtoani mexicatl- capitán general de los ejércitos. Bajo su mando los mexicas se adiestraron en la guerra naval mediante el uso de canoas, consiguiendo  así  un  ahorro  importante de medios logísticos en las campañas alrededor de los lagos.  Hay que tener en cuenta que hasta entonces los desplazamientos a las localidades ribereñas debían de hacerse a pie, dando largos rodeos y que el transporte de aprovisionamientos y material era realizado a hombros de porteadores.

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1. Fray Diego Durán: Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme I. CONACULTA. Cien de México. Primera reimpresión. 2002. México. pp. 105 - 106.

2. De maxtlatl: “Ceñidor, taparrabos o banda ancha que baja hasta los muslos y cubre las desnudeces” (R. Siméon).

3. Fernando Alvarado Tezozómoc: Crónica Mexicayotl. En 'Tres crónicas mexicanas'. CONACULTA. Colección Cien de México. 2012 Paleografía y traducción de Rafael Tena. p. 93.

4. Códice Mendoza. Edición digital del Instituto Nacional de Antropología e Historia. México. www.codicemendoza.inah.gob.mx. Folio 4r.

5. C. Nigel Davies: Los mexicas. Primeros pasos hacia el imperio. Instituto de Investigaciones Históricas. UNAM. México 1973. pp. 115-117.

6. Fernando de Alva Ixtlilxochitl: Historia de la nación chichimeca. Editorial Dastin. 1ª edición. Madrid 2000. p. 82.

7. Fernando de Alva Ixtlilxochitl: Ob. cit. p. 94.

8. Fray Diego Durán. Ob. cit. p. 111.

9. Chacmool. Escultura representando una figura humana reclinada hacia atrás, con la cabeza mirando al frente, las piernas recogidas y con un recipiente en su seno. Muy extendida en Mesoamérica, en la época mexica estaba fundamentalmente asociada al culto del dios Tlaloc.