El
orden sucesorio no era estrictamente hereditario por línea paterna y
preferencia al primogénito, ya que la designación del tlahtoani la
llevaba a cabo un Consejo, más o menos amplio, formado por altos dignatarios
tenochcas, siendo ratificada, si bien con carácter protocolario, por los
señores de Tetzcoco y Tlacopan a partir de la
constitución de la Triple Alianza entre Tenochtitlan y estos dos
señoríos. Ahora bien, la elección respetaba una cierta regla de primogenitura,
ya que el señorío, en el caso de que a un tlahtoani le
sucediesen sus hermanos retornaba, después de haber gobernado éstos, a uno de
los hijos del primer gobernante.
Hasta
la elevación de Itzcoatl al gobierno, la sucesión fue por
rigurosa herencia patrilineal: a Acamapichtli le sucedió su
hijo Huitzilihuitl y a éste, a su vez, su hijo Chimalpopoca.
Pero a la muerte del último el señorío pasó a manos de su tío Itzcoatl,
iniciándose a partir de entonces la línea de sucesión semihereditaria. En
su momento se verá el orden sucesorio, así como el grado de parentesco entre
los tlahtoque, desde Acamapichtli hasta Motecuhzoma
Xocoyotzin.
Una
explicación de por qué durante la gobernación de los tres primeros tlahtoque la
sucesión fue patrilineal estricta puede residir en el hecho de que durante ese tiempo Tenochtitlan estaba sometida a Atzcapotzalco y
en este tlahtohcayotl regía tal sistema de sucesión desde los
chichimecas de Xolotl. Así, después de haber ordenado la
muerte de su hermano menor Tayauh, heredero al trono tepaneca
por deseo de su padre Tetzotzomoc, dice Maxtla:
“[…] qué os parece, ¿no fué muy bien hecho quitarle la vida á mi hermano? pues, como sabéis bien, era menor que yo, y conforme á las leyes de mi bisabuelo Xolotl y de sus antepasados, siempre el mayor es heredero, como yo lo soy y tan de derecho me viene;[…]”2
“[…] ya que había una fuerte tradición Tolteca y Colhua de que, después de los reinados de hermanos, la nueva generación de gobernantes fuese elegida entre los descendientes del hermano que había gobernado primero.”3
¿Quién realizaba la elección del gobernante? En esto las fuentes documentales presentan diversas versiones. No obstante, para no cansar al lector, y porque en la relación de cada uno de los señores a partir de Itzcoatl se atenderá a su designación, trataré de resumir lo que acontecía al respecto.
Dos
períodos hay que señalar en el sistema electivo
del tlahtoani de turno. Uno que incluye desde la elevación
de Acamapichtli hasta la elección de Chimalpopoca; otro
que abarca el señorío de los sucesivos herederos al poder supremo.
Dice
Durán que un grupo de personas de autoridad y respeto, junto con los
cuatro sacerdotes de Huitzilopochtli, decidieron buscar señor
en Colhuacan, en la persona de Acamapichtli:
“Traydo a la ciudad, fue eleto por rey della en paz y concordia y sin contradicción de ninguna persona,[...]”4
Ya se ha dicho que en la designación de Huitzilihuitl y Chimalpopoca se siguió una vía de herencia patrilineal, aunque no de primogenitura; ninguno de estos dos tlahtoque eran los hijos mayores de sus padres. Los electores pertenecían a un Consejo de notables y la elección fue aprobada por el pueblo.
“Muerto el rey Acamapich, [...], los mexicanos determinaron elexir Rey, y así haciendo su consulta y cabildo entre los grandes y mucha de la gente común dixo uno de los más ancianos: […] ablá, mexicanos: decí, nombrá, señalá quién es el que a de echar la mano á la vara para no torcer la justicia y el que a de tomar el açote para no perdonar el castigo; […] bien teneis en que escoxer: ay tenemos nietos e hijos del rey pasado y nacidos de nuestras hijas.
Fecha la plática, los principales de los quatro barrios, […], todos á una respondieron y dixeron: Mexicanos, aquí estamos todos en nuestra junta y cabildo, aquí sin hacer injuria á nadie hablamos libremente: nuestra voluntad es de que sea nuestro Rey y señor el hijo de Acamapich, nuestro Rey pasado, que a por nombre Vuitziliuitl, […] Hecha la elección, salió uno de los ancianos á la gente del pueblo que estaua acá fuera esperando quién les cabria en suerte, de hombres y mugeres, viejos y moços, hombres y niños, y díxoles á todos en alta voz: Hermanos míos; aquí estais todos los de la nacion mexicana: aveis de sauer que los principales de todos los quatro barrios, mandones y prepósitos, an electo por Rey deste reino al macebo Vitziliuitl para que os sea padre y amparo en vuestras necesidades: mirá lo que os parece, porque sin vuestro parecer no habrá nada hecho. Oido por el pueblo, respondieron todos á una, chicos y grandes, hombres y mugeres, viejos y moços, que confirmauan la ellecion y que fuese muy en nora buena, [...]”5
En términos similares se llevaron a cabo las elecciones de Chimalpopoca e Itzcoatl, si bien en el caso de este último el sistema comenzó a ser semihereditario. La designación se efectuaba por un grupo de principales distinguidos, siendo ratificada la designación por el pueblo. Se puede, pues, inferir que la elección tenía poco de democrática. Los electores eran un reducido grupo de notables y la confirmación por el pueblo debía de consistir, si acaso, en un acto meramente formal de comunicación al mismo.
A partir del nombramiento de Motecuhzoma I la elección se torna más aristocrática. Itzcoatl había creado un Consejo Supremo, el Tlatocan, del que formaban parte los más altos dignatarios de la milicia, la administración y el sacerdocio, al que el tlahtoani consultaba los asuntos más importantes de la nación. Dentro de esta corporación existía el llamado Consejo de los Cuatro, formado por el tlacochcalcatl6, el tlacatecatl7, el el ezhuahuacatl 8 y el tlillancalqui. 9 Dice Acosta de los mismos:“Todos estos cuatro dictados eran del consejo supremo, sin cuyo parecer el rey no hacía ni podía hacer cosa de importancia; y muerto el rey, había de ser elegido por rey, hombre que tuviese algún dictado de estos cuatro.”10
“[...] y tampoco podían ser puestos en este cargo y ditados sino eran hijos ú hermanos de reyes; y así electo uno de estos cuatro, luego ponían otro en su lugar: y es sauer que no ponían hijo del que elegían por rey, ó del que moría, porque como ya tengo dicho, nunca heredaron los hijos, por vía de herencia, los ditados ni los señoríos, sino por elección; y así, agora fuese hijo, agora fuese hermano, agora primo, como fuese eleto por el rey y por los de su consejo para aquel ditado, le era dado, bastaua ser de aquella lignia y pariente cercano; y así iban siempre los hijos y los hermanos heredándolo, poco á poco; si no esta vez, la otra, ó si no la otra, y así nunca salía de aquella generación aquel ditado y señorío, eligiéndolos poco á poco.”11
A partir de entonces el tlahtoani sería seleccionado, de entre ellos, por el Consejo Supremo y por los señores de los otros dos estados aliados, Tetzcoco y Tlacopan. La elección se perpetuó en un único linaje, y tanto del cuerpo electoral como de los elegidos estaba excluído el pueblo llano, constituído por los macehualtin. La personificación del máximo gobernante mexica era aristocrática y el sistema electivo era de tipo oligárquico.
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2. Alva Ixtlilxochitl, Fernando: Obras históricas, Tomo I. Historia de los señores Chichimecas. Undécima Relación. Oficina Tip. De la Secretaría de Fomento. México 1.891. p. 201. ↩
3. Rudolf Van Zantwijk: Factional divisions within the Aztec (Colhua) royal family. En Factional Competition and Political development in the New World. Cambridge. Univ. Press. UK 1994. p. 109. ↩
4. Fray Diego Durán: Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme I. CONACULTA. Cien de México. Primera reimpresión. 2002. México. pp. 98- 99. ↩
5. Fray Diego Durán: Ob.cit. pp. 105-106.↩
6. Tlacochcalcatl: General jefe del armamento.↩
7. Tlacatecatl: Comandante en jefe del ejército. Según R. Siméon también se daba este nombre al general que comandaba un cuerpo de 8.000 hombres. ↩
8. Ezhuahuacatl : “Derramador de sangre arañando o rasguñando” (Tezozómoc). ↩
9. Tlillancalqui : “El señor de la casa de la negrura” (Tezozómoc). ↩
10. Joseph de Acosta: Historia natural y moral de las Indias. FCE 2006. México. Libro sexto. Capítulo 25. p. 350. ↩
11. Fray Diego Durán: Ob. Cit. p. 153. ↩