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LUGAR DE LA EDIFICACIÓN DE MÉXICO-TENOCHTITLAN. CÓDICE DURÁN

miércoles, 17 de marzo de 2021

Motecuhzoma Xocoyotl

Una mente crédula… encuentra el mayor deleite en creer cosas extrañas y, cuanto más extrañas son, más fácil le resulta creerlas; pero nunca toma en cuenta las que son más sencillas y posibles, porque todo el mundo puede creerlas.

Samuel Butler. 

  

     A la muerte de Ahuitzotl, en 1.502, fue elegido para sucederle un sobrino suyo, al que la historia conocería con el nombre de Motecuhzoma Xocoyotl -El Joven-, para distinguirlo de su bisabuelo Huehue Motecuhzoma -El Viejo-.

    No es mucho lo que se conoce de él hasta su elección como tlahtoani de los mexica, siendo dispares los datos ofrecidos por distintos autores en cuanto a la fecha de su nacimiento, a quién era su madre y al lugar que ocupaba para acceder a la sucesión al señorío de Tenochtitlan.

     No obstante, todos coinciden en que era hijo del tlahtoani  Axayacatl -Cara de Agua- y, según ciertos cronistas, de una hija de Netzahualcoyotl de Tetzcoco. De conformidad con algunas fuentes, nació en Tenochtitlan en un año Ce Acatl -1 Caña, 1.467 d.C.- o en 1.468 -Ome Tecpatl, 2 Pedernal, siendo de unos cincuenta y dos años de edad a la llegada de Cortés a las costas del Golfo, en 1.519. Ahora bien, los españoles que tuvieron oportunidad de verlo dicen que aparentaba unos cuarenta años. Así, Bernal Díaz del Castillo comenta:

Sería el gran Montezuma de edad de hasta cuarenta años, y de buena estatura y bien proporcionado, e cenceño e pocas carnes, y la color no muy moreno, sino propia color y matiz de indio, y traía los cabellos no muy largos, sino cuanto le cubrían las orejas, e pocas barbas, prietas y bien puesta e ralas, y el rostro algo largo e alegre,  los ojos de buena manera, e mostraba en su persona en el mirar por un cabo amor, e cuando era menester gravedad.1

    Al parecer no era el primogénito de Axayacatl, pues según Chimalpahin2 tuvo cinco hermanos mayores que él. Pero, independientemente del lugar que ocupase en la línea sucesoria, lo cierto es que fue elegido como hombre maduro y por sus cualidades; en el momento de su nombramiento tenía experiencia militar, había participado en campañas militares con su tío Ahuitzotl, era tlacochcalcatl del ejército y sumo sacerdote de Huitzilopochtli3. Según algunos testimonios4 había llegado a alcanzar el rango de cuauchic5, el concedido a militares de gran valor pertenecientes a un cuerpo especial de combate.

        También destacan las fuentes su religiosidad -desde joven ya era tlamacazqui-6, además de su carácter firme, orgulloso y reservado. He aquí como lo describe Francisco de Aguilar, uno de los primeros conquistadores que llegó con Hernán Cortés a México:

Era aquel rey y señor de mediana estatura […], astuto, sagaz y prudente, sabio, experto, áspero en el hablar, muy determinado.7

 

Manuscrito Tovar. Motecuhzoma el Joven. A la izquierda el glifo por el que se le representa: una tiara o corona de turquesas. 

  En la época de su nombramiento como tlahtoani los límites territoriales de la Triple Alianza llegaban por el Norte hasta la Gran Chichimeca, y por el Sur hasta el Xoconochco, casi hasta la frontera de la actual República de Guatemala; pero aún existían territorios independientes dentro de sus dominios. Hacia el Noreste permanecía libre el enclave de Metztitlan. Hacia el Sureste los señoríos de Teotitlan y de Tototepec suponían una rotura en la continuidad hacia las tierras del Sur del Golfo y del Xoconochco, respectivamente. En tierras del actual Estado de Guerrero no se había conquistado Yopitzinco, la tierra de los Yopis. Y finalmente, los señoríos de Tlaxcallan y Huexotzinco no habían podido ser sometidos pese a los esfuerzos de sus predecesores.


Extensión de los dominios de la Triple Alianza a la llegada al poder de Motecuhzoma II.  Los territorios en gris se mantenían independientes,

        Esta expansión territorial, justificada, como se sabe, en creencias religiosas -la necesidad de alimentar al Sol con el sacrificio de cautivos- y basada en motivos económicos -imposición de tributos y mantenimiento de rutas de comercio-, no fue acompañada de un empeño de integración política y asimilación cultural de los lugares conquistados. Únicamente se establecieron guarniciones en determinados lugares estratégicos y problemáticos, pero las tropas invasoras no permanecían, como norma general, en los territorios dominados y la Triple Alianza se conformaba con el pago del tributo, dejando en la mayoría de los casos la estructura de poder en manos de los dirigentes locales. Esta autonomía propició a la larga alzamientos de ciudades anteriormente sometidas, principalmente de aquellas más alejadas de las metrópolis. Además, los enclaves sin conquistar suponían una amenaza añadida para la seguridad de las rutas de comercio, así como la existencia de posibles aliados de las ciudades rebeladas. En palabras de Davies: 

Los confines exteriores del Imperio tenían la forma de un esqueleto;  Moctezuma intentaba dar carne a estos filamentos o huesos dominando por lo menos algunas de las incontables ciudades y pueblos intermedios que estaban sobre el territorio azteca y que todavía gozaban de un cierto grado de independencia.8

Motecuhzoma fue consciente de esta situación de inestabilidad heredada y del peligro que representaba para la desintegración de los dominios de los confederados, por lo que se dedicó con denuedo a tratar de dominar los territorios insumisos y a sofocar las sublevaciones que se producían entre las ciudades ya sometidas; en definitiva, a consolidar el poder territorial conseguido por sus predecesores.

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1. Bernal Díaz del Castillo: Historia verdadera de la conquista de la Nueva España. Editorial Historia 16. 1ª ed. Madrid. 1984. Tomo A .Cap. XCI. p. 322.
En el Códice Mendoza, edición digital, Folio 15r, se dice: “Al tiempo que Motecçuma sucedió en el dicho señorío, era hombre de edad de treinta y cinco años, pocos más o menos, […]”.
Sin embargo, en la Crónica Mexicana, de Alvarado Tezozomoc, se dice que en el año de su elección “[…] no es muchacho sino hombre hecho de treinta y quatro años”. Ed. Dastin. 2ª edición. Mayo 2001. Cap. LXXXIV p. 363.
Por lo tanto, si fue elegido tlahtoani en 1.502, debió de nacer en 1.467 o 1.468.

2. Domingo Francisco de San Antón Muñoz Chimalpahin Cuauhtlehuanitzin: Las Ocho Relaciones y el Memorial de Colhuacan. Ed. CONACULTA. México 2003, 1ª reimpresión. Vol. II. Séptima Relación. p. 115.

3. Fernando de Alva Ixtlilxochitl: Historia de la Nación Chichimeca. Ed. Dastin. Madrid. 2.000. Cap. LXX. p. 231.

4. Francisco Javier Clavijero: Historia antigua de México. Editorial Porrúa. Séptima edición. México 1982. p. 223.

5. Los guerreros cuauchic se distinguían por llevar la cabeza rapada, excepto una especie de cresta que llegaba de la frente a la nuca.

6. Tlamacazqui: sacerdote, generalmente de rango secundario.
R. Simeón. “Diccionario de la lengua náhuatl o mexicana”: “Sacerdote, ministro”.


7. Francisco de Aguilar: Relación breve de la conquista de la Nueva España. En la Conquista de Tenochtitlan. Madrid. Dastin. Edición de Vázquez Chamorro. pp. 173-174.

8. C. Nigel Davies: Los Aztecas. Ediciones Destino. 1ª ed. Barcelona. 1977. p. 182.